Así vivimos la coronación de los Red Devils

Justo llego de ver la final de la Champions League entre Manchester United y Chelsea, vamos, como todo el mundo. Pero para esta ocasión me fui a un pub con todo el sabor británico, para mezclarme con ambas aficiones y vivir la final de la manera más apasionada posible.

No me decepcionó el ambiente, con muy buen rollo entre aficionados de los Blues y los Red Devils, incluso en los momentos de máxima tensión en la tanda de penaltis. Particularmente, aunque soy fan del conjunto dirigido por Ferguson opino que los de Avram Grant merecieron la victoria final.

La primera parte fue igualada, aunque tras el gol de C.Ronaldo el United gozó de un par de buenas ocasiones mediante Tévez y Hargreaves para poner tierra de por medio. Sin embargo, Lampard igualaba la contienda justo antes del descanso, celebrándolo emotivamente en memoria de su fallecida madre.

La segunda mitad fue dominaba de cabo a rabo por el Chelsea, que tuvo varias ocasiones para desnivelar a su favor la contienda, la más clara una de Drogba desde fuera del área que besó el poste derecho de la portería de Van der Sar. No fue la única pero si la más clara. Así, comenzaba a dibujarse la fatalidad.

Ya en la prorroga, la tónica prosiguió por el mismo camino, aunque Giggs (al que Terry sacó el balón bajo palos) y Lampard (al larguero) pudieron darle la victoria a los suyos.

Finalmente, el drama de los penaltis. En el pub, el barman y su hijo, incondicionales del United, daban volumen máximo al audio con cada tanto anotado por los suyos, pero se hundían cada vez que anotaba el Chelsea, aunque nada en comparación cuando C.Ronaldo erró su lanzamiento. Después, algarabía cuando Terry erró el que podía ser decisivo, y como culmen, Ryan Giggs anotaba el último para el Manchester y Van der Sar le detenía a Anelka el penalti que otorgaba a los suyos su tercera orejona.

Enhorabuena a todos aquellos aficionados del Manchester United, y ánimo a aquellos hinchas del Chelsea, especialmente a mi buen amigo Christian. Sé que las victorias morales no sirven para nada, pero siguiendo este camino acabaréis alcanzando la meta.