Aparece el Hertha berlinés… ¿para quedarse?

El que en principio parece el año del Hoffenheim (o parecía tras la lesión de Ibisevic y los últimos traspiés) puede acabar siendo el del Hertha de Berlín, que se ha aupado al liderato de la Bundesliga para sorpresa de muchos (me incluyo) en una campaña en la que nadie apostaba por ellos para hacerse con el cetro germano.

Tras su victoria del pasado sábado ante el Bayern Munich con dos tantos de Voronin (ver vídeo resumen abajo) y los pinchazos del resto de equipos de la zona alta, el Hertha ocupa una posición bastante inusual para ellos, pues no por nada no salen campeones nacionales desde 1931. Si, ya ha llovido en la capital alemana.

Esta temporada ya están eliminados de la DFB Pokal (por el B.Dortmund a finales de septiembre) y de la Copa de la UEFA tras una lamentable fase de grupos, por lo que no tienen las distracciones coperas del resto de sus rivales (excepción hecha del modesto Hoffenheim), lo cual puede ser un alivio al tener que centrarse únicamente en un encuentro por semana.

Por el contrario no tienen jugadores capaces de resolver partidos por si mismos con alguna genialidad, aunque a este perfil podrían acercarse el serbio Marko Pantelic o el ucranio Andrei Voronin, buenos puntas ambos que sin embargo no están siendo especialmente resolutivos de cara al arco rival, justo uno de los defectos de un conjunto que se caracteriza más por su capacidad defensiva (tercer equipo menos goleado tras los grandes de la Cuenca del Ruhr) que ofensiva. Eso sí, en el mediocampo se desenvuelve una de mis debilidades tras la gran Copa Libertadores que realizó en 2008 con Fluminense: Cícero Santos (que curiosamente se perdió el duelo ante el Bayern, al igual que Pantelic), un volante con mucha llegada capaz de mover a los suyos con velocidad e inteligencia.

Sinceramente me parece poco para pelear con un Bayern que tiene bastante más y hostigará hasta el final a quien ose pelearle el campeonato. Si me permitís me voy a mojar: creo que por desgracia no será campeón ninguno de los románticos o históricos que andan en la pugna, sino el poderoso dinosaurio bávaro. Ojalá me equivoque, pero lo veo complicado. Eso sí, mientras tanto que disfruten los capitalinos, que se lo tienen merecido tras muchísimos años sin verse en lo más alto, proeza complicada pero no imposible.