Metiendo el Balón, metiendo la pata

A veces, en la vida, mágicamente, se produce una casi imposible conjunción de casualidades, que da lugar a algo diferente, único, irrepetible.

Por supuesto el que algo sea único e irrepetible no quiere decir que por fuerza sea bueno.

Una mezcla de mucha (y mala) suerte, algo de torpeza (como mínimo…), unos toques de nervios y por supuesto, el destino (tan cabrón a veces), es lo que hizo que aquel domingo del 58, el fútbol tuviera una cita con la historia. No, no con la HISTORIA con mayúsculas (esa tan llena de coronas y sangre, como ciertas clínicas dentales), ni siquiera con la de los grandes momentos del deporte rey, como los que ese mismo año empezaban a forjar la leyenda del Brasil eterno de la mano (mejor dicho, de los pies) de un joven Pele…No, hablamos aquí de una nota a pie de pagina, minúscula, dentro de la inacabable y siempre dinámica crónica futbolística mundial. Pero no por ello debe dejar de ser contada…

El lugar, Colombia. Exactamente la ciudad de Manizales, cuna del Once Caldas, por esa época a punto de crearse.

Ese día, se enfrentaban los locales del Deportes Caldas y el Atlético Bucaramanga.

A poco de concluir el choque, el marcador reflejaba un tres a cuatro, favorable a los visitantes.

Sin embargo…lo que realmente resultaba sorprendente, es que los siete tantos habían sido convertidos por jugadores del Bucaramanga. De hecho, los tres del Caldas, habían sido transformado por un mismo jugador, Orlando “Choclo” Martínez...

Si, en propia meta.


Es difícil imaginarse lo que sentiría el defensor. Introducir un gol en la portería propia…pase. Un error lo tiene cualquiera. Un rebote, un giro inesperado, las leyes físicas, tan fastidiosas…

Dos…pues si, vale, ya hay que hacérselo mirar, pero puede ocurrir, como hace un tiempo nos mostrara Gorka, mítico Barman de Bar Deportes con el turco Toroman.



Pero tres… ¿con lo difícil que es hacer un hat trick intentándolo, como es posible hacerlo sin querer? En realidad la pregunta es en cierto modo equivocada, aquí ya no se trata de comprender cómo se sentiría el jugador…sino de cómo se harían sus compañeros. ¿Le mirarían con tristeza, frustración, algo de ira, o directamente alguno sospecharía de algo raro?

Según cuenta la leyenda, de hecho, uno de los compañeros, el “Loco Zazzini”, en el ultimo minuto, cuando los locales iban a lanzar un saque de esquina, buscando el empate, gritó al resto del equipo la siguiente frase, digna de pasar a los anales balompédico por mítica :“¡Por favor, marquen al choclo¡”. Pronúnciese con levedad, pero a la vez con una entonación cargada de angustia. Incidan sobre la angustia. Y ahora, vuelvan a pronunciarla…

No, no hubo cuarto (que grande si lo hubiera habido…), y el chico del Maíz no fue expulsado del equipo deshonrosamente, sino que incluso se le renovó el contrato, y acabaría formando parte del mejor once del Bucaramanga de la historia, el que en el 60 logro el subcampeonato colombiano.

Pero con su “gesta”, con ese triplete en negativo, con esa maldición hecha autogoles, su nombre quedara para siempre en el gran libro del futbol…aunque sea en la sección de erratas.

No, no esperen ver en las etiquetas la palabra “cuentos”, a veces, lo real es mucho mas descabellado de lo que la fantasía nos haga imaginar…

Ah, y como despedida, un top ten(discutible, como todos) inglés de Autogoles. Algunos, gloriosos…



4 comentarios:

ulster scot dijo...

Pero si hasta tienen un post sobre el gran Archibald Leitch. No sé que he hecho perdiendo el tiempo en Brit Corner.

Gracias Cityground por la recomendación.

Juanma dijo...

Imaginarse como se sintieron todos, cuando Martin Palermo, fallo 3 penales en 1 solo partido... eso fue de risa.

Martín dijo...

Hombre, todos no se, pero si fue jugando con Boca, si se como me senti yo...:-P

Hum, aqui en España sobre lo que comentas recuerdo el caso de un jugador uruguayo del oviedo que fallo dos penaltis en un partido, y de cuyo nombre no puedo acordarme (aunque puede ser juanchi gonzalez).

zona juegos online dijo...

El gran Juanchi González. Experto en hacer goles de tijera aquí en Uruguay.

Excelente post, y los autogoles del TOP10, el número 7, el 6 y el 3 son de otro planeta, lloré de risa al verlos :P

saludos!