Una despedida cafetera
Todo tiene un final, y hasta para algo tan largo como un año, el tiempo tiene preparado un adecuado sepulcro.
Para cada uno de nosotros, 2009 habrá significado algo distinto.
En unos casos se trató de un simple cambio de almanaque, un número más que añadir a la pesada carga de la edad, un tranquilo paseo por el desierto, sin oasis en el camino, pero tampoco alimañas ni bandidos.
Para otros fue en cambio un periodo de inesperadas (o esperadas) transformaciones, de nuevos retos planteados o viejos desafíos vencidos. Para lo malo o lo bueno, el año no habrá pasado en balde.
No se puede hablar del tiempo sin caer en la añoranza…algo que no tiene porque ser negativo (mientras solo pienses en el, y no pretendas vivir en el) el recuerdo es bello, si bello es el recuerdo.
Para los futboleros, diversas imágenes habrán marcado el año, algunas de ellas fácilmente olvidables, otras destinada a perdurar en la memoria colectiva. Todos tendremos una particular galería, coincidente con la de la mayoría en muchos casos, pero siempre con algunos momentos íntimos, de esos que sabemos que solo nosotros podemos disfrutar.
Si, es imposible negar que si una instantánea esta destinada a convertirse en mítica, a pasar inevitablemente a la historia, es la temporada del Barcelona. Incluso para los que como yo, no somos precisamente seguidores del equipo blaugrana (mas bien, todo lo contrario), seria injusto, como mínimo, ignorar lo hecho por los cules, y casi mas importante aun (aunque lo confieso, soy de los que cree que en el futbol lo importante es llegar a, y no tanto como llegar a), como lo hizo.
Y sin embargo…aunque a muchos les parezca imposible, hay vida (y fútbol), más allá del planeta Barça. Si, en serio (y no, no pretendo hablar de la rentrée florentinesca y la llegada de nuevas estrellas a la galaxia blanca, porque no deja de ser mas de lo mismo, pero con muchos menos argumentos).
De hecho para algunos, que casi acabamos con ganas de meternos en alguna cueva hasta que arreciara el temporal azulgrana, son esos momentos los que verdaderamente salvan a una temporada tan aburrida en las alturas, por el dominio abrumador del club catalán.
Y aunque dentro de esos recuerdos se contengan inevitablemente los muy tristes, como la perdida de Dani Jarque, otros nos devuelven con su presencia la alegría, en mi caso especialmente con el ascenso de Cádiz y Cartagena a segunda. Si, no solo de primera vive el hombre, y para mí al menos, lo más importante de la temporada en España, fue eso. Raro que es uno, y orgulloso de serlo además.
Y si destaco esto en el futbol nacional, no extrañara a nadie que mi punto de mira en lo internacional se dirija sin dudar a una pequeña isla del mediterráneo. Allí dijo adiós a su carrera, larga, exitosa, honrada y ejemplar, nuestro más aclamado ídolo (al menos en el café) dentro del mundo del futbol. Stefan Sultana colgó las botas, pero a partir de ahora seguiremos disfrutando de su sabiduría y amor por el futbol desde los despachos.
Muchas más cosas nos dejó el año, y muchas más nos traerá el siguiente, con ese estreno del mundial en África como destino inevitable de todas las miradas. Pero…
Creo que lo mejor es despedirnos aquí, y hacerlo con el que fue para mi el descubrimiento del año, musicalmente hablando. Habiéndome acompañado desde el final del verano en los buenos (y sobre todo, en los malos) momentos, elevando mi espíritu y mi animo cuando había que hacerlo, les debía la oportunidad de clausurar con sus voces el fin de fiesta cafetera.
Que nuestras miradas esperanzadas encuentren en el futuro lo que desean, o al menos, que se vean reflejadas como un espejo en los hermosos ojos de alguien que nos ame…
Feliz año a todos.
Para cada uno de nosotros, 2009 habrá significado algo distinto.
En unos casos se trató de un simple cambio de almanaque, un número más que añadir a la pesada carga de la edad, un tranquilo paseo por el desierto, sin oasis en el camino, pero tampoco alimañas ni bandidos.
Para otros fue en cambio un periodo de inesperadas (o esperadas) transformaciones, de nuevos retos planteados o viejos desafíos vencidos. Para lo malo o lo bueno, el año no habrá pasado en balde.
No se puede hablar del tiempo sin caer en la añoranza…algo que no tiene porque ser negativo (mientras solo pienses en el, y no pretendas vivir en el) el recuerdo es bello, si bello es el recuerdo.
Para los futboleros, diversas imágenes habrán marcado el año, algunas de ellas fácilmente olvidables, otras destinada a perdurar en la memoria colectiva. Todos tendremos una particular galería, coincidente con la de la mayoría en muchos casos, pero siempre con algunos momentos íntimos, de esos que sabemos que solo nosotros podemos disfrutar.
Si, es imposible negar que si una instantánea esta destinada a convertirse en mítica, a pasar inevitablemente a la historia, es la temporada del Barcelona. Incluso para los que como yo, no somos precisamente seguidores del equipo blaugrana (mas bien, todo lo contrario), seria injusto, como mínimo, ignorar lo hecho por los cules, y casi mas importante aun (aunque lo confieso, soy de los que cree que en el futbol lo importante es llegar a, y no tanto como llegar a), como lo hizo.
Y sin embargo…aunque a muchos les parezca imposible, hay vida (y fútbol), más allá del planeta Barça. Si, en serio (y no, no pretendo hablar de la rentrée florentinesca y la llegada de nuevas estrellas a la galaxia blanca, porque no deja de ser mas de lo mismo, pero con muchos menos argumentos).
De hecho para algunos, que casi acabamos con ganas de meternos en alguna cueva hasta que arreciara el temporal azulgrana, son esos momentos los que verdaderamente salvan a una temporada tan aburrida en las alturas, por el dominio abrumador del club catalán.
Y aunque dentro de esos recuerdos se contengan inevitablemente los muy tristes, como la perdida de Dani Jarque, otros nos devuelven con su presencia la alegría, en mi caso especialmente con el ascenso de Cádiz y Cartagena a segunda. Si, no solo de primera vive el hombre, y para mí al menos, lo más importante de la temporada en España, fue eso. Raro que es uno, y orgulloso de serlo además.
Y si destaco esto en el futbol nacional, no extrañara a nadie que mi punto de mira en lo internacional se dirija sin dudar a una pequeña isla del mediterráneo. Allí dijo adiós a su carrera, larga, exitosa, honrada y ejemplar, nuestro más aclamado ídolo (al menos en el café) dentro del mundo del futbol. Stefan Sultana colgó las botas, pero a partir de ahora seguiremos disfrutando de su sabiduría y amor por el futbol desde los despachos.
Muchas más cosas nos dejó el año, y muchas más nos traerá el siguiente, con ese estreno del mundial en África como destino inevitable de todas las miradas. Pero…
Creo que lo mejor es despedirnos aquí, y hacerlo con el que fue para mi el descubrimiento del año, musicalmente hablando. Habiéndome acompañado desde el final del verano en los buenos (y sobre todo, en los malos) momentos, elevando mi espíritu y mi animo cuando había que hacerlo, les debía la oportunidad de clausurar con sus voces el fin de fiesta cafetera.
Que nuestras miradas esperanzadas encuentren en el futuro lo que desean, o al menos, que se vean reflejadas como un espejo en los hermosos ojos de alguien que nos ame…
Feliz año a todos.
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