Equipos sobresalientes, estrellas oscuras


La historia de la humanidad nos permite contemplar desde nuestra privilegiada atalaya tiempos pasados en los que la importancia del bloque (equipo, conjunto, colaboradores…) ha sido parte esencial del éxito de grandes nombres, que sin la ayuda de sus gregarios nunca hubieran alcanzado sus pretenciosos objetivos. ¿Alguien duda de la grandeza de Freddie Mercuy, Magallanes o Michael Jordan? Sin embargo, estas importantes figuras en sus respectivos ámbitos quizá no hubieran alcanzado nunca el reconocimiento general de no ser por los Bryan May, John Deacon y Roger Taylor (Queen); o la tripulación que cruzó el estrecho entre la Patagonia y la Tierra del Fuego; o sin ir más lejos los recientes Bulls de Scottie Pippen, Kukoc, Rodman, etc… en definitiva, grandes conjuntos encabezados por un líder sobresaliente que perpetuaron su nombre en la historia.

Sin embargo, ¿qué hubiera sido de ellos de no ser por sus compañeros? Puede que se hubieran perdido en el anonimato, o quizá alcanzado el éxito con otros medios y camaradas.

Estas perpetuas enseñanzas podemos aplicarlas a lo acontecido hasta el momento en el grueso del Mundial, donde el rendimiento de las escuadras ha incidido inexorablemente en el rendimiento de las a priori grandes estrellas. Aparte de algunos detalles aislados, ¿ha disfrutado alguien con la mejor expresión de los Ribery, C.Ronaldo, Kaká, Messi o Rooney? Son posiblemente los ejemplos más evidentes de grandes decepciones individuales. Pero, ¿no aportaron ellos lo suficiente a sus equipos o fueron estos los que no ayudaron a extraer lo mejor de sus puntales? Algo habrá de ambas cosas, inclinándose este autor más por la segunda vertiente.

Francia fue un desastre mayúsculo que caminó entre escándalos hasta el batacazo final; a Inglaterra todos creíamos que Capello la enderezaría; el resto cayó con más o menos honor en las eliminatorias ya disputadas, pero de todos ellos se esperaba bastante más: una aportación propia acorde a la calidad contrastada que poseen para aumentar las posibilidades de sus equipos. Ya sea por corsés tácticos, por estar desubicados en la cancha (escandalosamente retrasado Messi), por mala fortuna o bajos estados de forma ninguno dio de sí lo esperado. Rien de rien, desaparecidos en combate pese al ímpetu que le puso cada uno de ellos.

En la cara opuesta aparecen esos EQUIPOS (sí, con mayúsculas) en los que el conjunto ha primado por encima del talento de sus cracks, quienes no por ello han dejado de aportar un valiosísimo rendimiento con el que ellos mismos y los suyos han crecido exponencialmente. David Villa o Thomas Müller (debo admitir que son dos debilidades personales) sacrifican sus posiciones naturales en pos del bien común, no sin ello estar ofreciendo una performance magnífica. No son los únicos, pero sí quizá los casos más representativos.

Está siendo, que duda cabe, la Copa de esas escuadras solidarias que quizá no atesoren los mejores talentos individuales pero que funcionan cual reloj suizo, perfectamente sincronizados tanto en labores ofensivas como defensivas, haciendo siempre la cobertura al compañero y sacrificándose por el que tiene al lado pensando más en lo colectivo que en lo personal, idea que al final trae mayores y mejores beneficios a cada futbolista implicado en todos los aspectos, algo sobre lo que debería reflexionar alguno aún en liza, como el genial Robben, a veces excesivamente "chupón".

Puede que el gran exponente de todo esto sea Uruguay, el equipo más limitado de los cuatro que aún persiguen el sueño mundialista, pero ante el que deberá sudar sangre aquella escuadra que le quiera superar. El despliegue físico que hacen en cada encuentro desde que se inició el torneo es abrumador, todo garra y corazón, amén de la tremenda pegada del dúo Forlán-Luis Suárez, la pareja de delanteros más sacrificada del campeonato que además queda coja en la semifinal por la sanción al ajaccied pero que son la mejor muestra de lo que pretendemos exponer.

Desde que en 1986 Maradona fuese el último en opacar a su propio combinado (pese a tipos como Valdano, Burruchaga o Ruggeri) con su estelar actuación hasta el vigente título de la Azurra podría decirse que casi siempre el plantel que reunía las características arriba mencionadas acababa imponiéndose, como parece que será ahora, y como algunos soñamos que sean los que juegan de rojo.

2 comentarios:

Damokles dijo...

holanda ya nos espera en la final. Estoy loco porque empiece el partido!! Madre mia que semanita nos espera. VAMOS ESPAÑA!!

Un saludo desde laespadadedamokles.

Unknown dijo...

- España tiene que igualar la batalla física con un nivel de activación y de agresividad adecuado; es decir, ni mucho (no salirse de lo nuestro), ni poco (perder en este apartado).

- Recibir el primer gol, temido por ambas pero más por Alemania (Serbia, menos profundidad de banquillo, precedente Eurocopa) que por España (Suiza, contraataque alemán vs. Más profundidad de banquillo).

- El precedente de la Eurocopa, efecto difícilmente medible en el partido.

- Alemania llega en mejor momento y la respalda la Historia. España tiene mejor plantilla y es la actual Campeona de Europa (ante ellos).

- ¿A España le viene bien o mal que Alemania salga arriba? Nadie lo puede saber, por mucho que haya mucha gente apostando por que hoy veremos la mejor versión de España. Alemania ha cubierto diferentes fases del juego en los otros cruces: salir agresiva y a marcar primero, repliegue buscando la contra, soltarse arriba para matar. Por lo tanto, España debe esperar salida fuerte para irse aculando con el paso del tiempo en busca de lo que mejor saben hacer: el contraataque.

- Experiencia de los jugadores en grandes citas, a favor de España.

- Alemania tiene que tapar la salida de balón de España por varias vías: Piqué, Busquets, Alonso, Xavi, laterales, Iniesta, balón largo a Torres. España, por su parte, con obstaculizar a Friedrich y subir la línea de presión provocará que los alemanes tengan que aumentar la movilidad, es decir, salirse del sitio y tener más dificultades para recuperar zona defensiva.

- A balón parado, superioridad alemana, tanto en directo como en indirecto.

- Leve favoritismo español (Eurocopa, baja de Muller, mayores alternativas en el plan de juego).

- Espero pocos goles. Hay mucho trabajo táctico en ambos banquillos, los equipos se conocen y hay demasiado en juego. Es difícil que alcancen altos niveles de precisión e incluso efectividad. Poca esperanza para las goleadas o el partido de ida y vuelta total.

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