Crawley Town: ilusión y toda la dignidad del mundo

De tantas veces que lo hemos dicho a estas alturas debemos cansaros, pero nunca está de más loar a la copa nacional por excelencia, la FA Cup, con sus estadios a rebosar, sorpresas continuas, magia a raudales e historias interminables de gestas de todos los colores y clubes sean de la categoría que sean.

En este caso el protagonista es el Crawley Town, un modesto club de la Conference (quinta categoría, por tanto fuera del fútbol profesional) con los clásicos problemas económicos de una institución de su categoría y no demasiada historia a nivel nacional, pese a contar con 115 años de antigüedad.

Primero superaron al Guiseley de 6ª división, goleándolos por 0-5, para hacer la primera machada en segunda ronda luego de superar al Swindon Town de la League One por 2-3, tras replay. Sería la segunda vez en la historia de los "Red Devils" (sí, se apodan igual que su titánico rival de hoy) que lograría jugar la tercera ronda de la mítica copa. Pero no se quedarían ahí. Quizá la gran gesta de su trayectoria llegó al derrotar al histórico Derby County por 2-1, con un gol en el descuento del argentino Sergio Torres, cuya epopeya merece verse en los mejores cines. Después el Torquay United dejaría paso a lo de hoy…

Y lo de hoy no es nada menos que el enésimo duelo romántico entre David & Goliat, una de esas batallas que solo un deporte como el fútbol puede igualar pese a las descompensaciones económicas abismales de los protagonistas. Al final, esto se reduce a 11 contra 11, donde puede pasar de todo.

Fueron a uno al posiblemente estadio más complicado de asaltar en Inglaterra, ante uno de los mejores equipos del mundo por más que muchos de sus jugadores no fueran de la partida. No lo fue el díscolo Rooney, que saldría ya avanzado el partido. Tampoco Berbatov, Nani, Scholes o Van der Saar, que no se vistieron. Pero los locales tenían arsenal suficiente para inclinar la balanza tan pronto como abrumadoramente.

Solo lograron un tanto, obra de Wes Brown mediante un testarazo sobrepasado el ecuador de la primera parte. No se volvería a mover el marcador, pero no sería no solo por la ineptitud de un desmotivado Manchester United, que apenas salió a cumplir, sino también por el desacierto ofensivo de los chicos del Crawley, que increíblemente gozaron de ocasiones suficientes para equilibrar la contienda y dar uno de los bombazos más sonados de los últimos años.

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Como ya sabréis no lo lograron, quedando su gesta en una más que meritoria quinta ronda y en una derrota dignísima en el Teatro de los Sueños, donde se permitieron fantasear con una victoria de proporciones descomunales ante uno de los gigantes continentales, por lo que puede que en unos años pocos recuerden el meritorio andar de estos humildes chicos en esta edición de la copa inglesa, aunque dudo que alguien en el sureño condado de West Sussex olvide con el paso del tiempo la mayor gesta en la historia del Crawley Town. De esto, y no solo de Messis, CR’s y compañía, también se alimenta el fútbol. Sin “enanos” no hay gigantes, sin sustrato no hay sustancia. This is football.