Hombres y Momentos











Hubo un tiempo en el que bien por circunstancias de edad, de accesibilidad a la información o simplemente por un mayor interés en otras cosas, las grandes citas internacionales servían como plataforma de lanzamiento para determinados futbolístas que daban un salto de nivel gracias a esa performance durante un mes de competición. En otras ocasiones, hemos sido testigos de cómo futbolistas que ya contaban con el reconocimiento de profesionales o aficionados han alcanzado el cúlmen de su carrera en un acontecimiento de este tipo. Sea como fuere, parece algo común que los aficionados al fútbol acabemos asociando a determinados futbolistas a una determinada circunstancia, aquella en la que alcanzaron su cénit mediático o futbolístico (que no siempre han de coincidir)

Hoy en Café Fútbol rendimos un pequeño homenaje a algunos de ellos, que hicieron de su "momentum" parte de nuestra imagen de lo que es el fútbol, y que al oir su nombre, vemos su imagen en un televisor durante un gran torneo.

Son lo que podríamos llamar, los hombres de aquellos momentos.


Toto Schilacci (Italia) - Mundial 90

El menudo delantero italiano es para muchos.el primer nombre en brotar en el cerebro al evocar nuestros recuerdos de la cita trasalpina durante aquel verano del 90. Sí, el Mundial se lo llevó Alemania con el formidable Matthaus a la cabeza (junto a Voeller y Klinsmann) pero el impacto de Salvatore Schillacci, nombre desconocido para la mayoria en aquellos tiempos, fue algo formidable. Arquetipo del delantero pequeño, rápido e inteligente en el área (durante esos días) logró ser el máximo goleador del torneo con seis dianas pese a llegar con el sambenito de suplente.

Alexis Lalas (Estados Unidos) - Mundial 94

El mundial de Estados Únidos supuso para muchos de mi generación la primera toma de contacto -de cierta densidad, digamos- con el combinado norteamericano, pese a que estos habían participado en la edición previa. Y al llegar fotos en los periódicos o imágenes en la televisión, una figura sobresalía quizá sobre todas las que componían aquel plantel de yanquis que iban a ejercer de anfitriones, ese pelirrojo altísimo, con perilla y que para colmo decían que era guitarrista en sus ratos libres. De haberle añadido una bolsa de Mcdonalds y un paquete de Marlboro asomando por el bolsillo habríamos tenido la materialización del esterotipo americano de la época. Hasta el nombre era fácil de recordar. El impacto de Lalas en aquel mundial fue, quizá, algo más importante a nivel estético o mercantilístico (como aquella camiseta de estrellas que hace poco nos refrescaba Sergio Cortina en su Pisalo) que futbolístico, aunque tuvo una actuación de las más destacadas en la selección yankee como central Posteriormente fichó por el Padova italiano, entonces en la Serie A.



Karel Poborsky (República Checa) - Euro 1996

Situémonos en el contexto. Mediados de los años noventa, el fútbol europeo se cita en la tierra que lo vio nacer (Con el hoy hipertrillado "3 lions (football's coming home)" como himno) y se vuelve a hablar de las candidatas habituales por tradición (Inglaterra, Alemania, Francia) o por diagnóstico (una España de "entreguerras", Holanda). Nadie repara en el potencial de una de las dos selecciones surgida tras la división de Checoslovaquia. La República Checa alcanzó nada menos que la final en su estreno en competiciones continentales y si lo hizo fue en buena parte gracias al rendimiento de ese melenudo que jugaba por la banda. La tremenda actuación de Poborsky le sirvió nada menos que para firmar con el Manchester United ese mismo verano, iniciando un periplo que le llevaría al Benfica, al Lazio y al Sparta de Praga (ya había jugado previamente en el Slavia).

José Luis Chilavert (Paraguay) - Mundial 1998

En uno de los mundiales más infaustos que muchos hemos vivido de la selección española surgía para el gran público la figura del guardameta Chilavert. Tenía todo para ser el malo de una película de dibujos animados estilo Oliver y Benji: aspecto hostil, reflejos terribles, un tamaño considerable y además tenía la fama (comprobada incluso tras su paso por el Zaragoza) de su peligro en los lanzamientos a balón parado. Y salvo este último punto, cumplió con el guión que muchos nos temíamos. Consiguió mantener su puerta a cero en el encuentro frente a España suponiendo casi la eliminación de la, por entonces llamada, selección. Sí, cuatro años después se superaría el trauma en el Mundial de Corea y Japón, con un Chilavert de oronda figura de por medio, y lejos, muy lejos, de su mejor versión.

David Trezeguet (Francia) - Euro 2000

Un caso particularmente especial en lo que a este que os escribe se refiere. No solo es que tenga especialmente asociado al delantero de ascendencia argentina solo a este Torneo, sino que al pensar en su figura, y pese a haberle visto jugar en Juventus, Hércules o River Plate, aparece automáticamente la jugada del Gol de Oro en la final ante Italia. Más fútbolista de un momento concreto que quizá ningún otro por el significado "per sé" de esa acción, quizá el que UEFA decidiera eliminar ese formato ha reforzado aún más la mística de esa acción, incluso quizá algo por encima de la tremenda carrera goleadora de Trezeguet.

Hasan Sas - (Turquia) Mundial 2002

Calva brillante, tipo fino, velocidad de reacción, llegadas peligrosas. Cuatro conceptos que vienen a la mente al recordar la figura del centrocampista turco en aquel mundial. Aunque no era el más conocido (Nihat venía de hacer un temporadón en la Real Sociedad, Hakan Sukur era el "bueno" oficial del equipo, Rustü Récber y Ümit Davala ponían una nota estética con su aspecto de extras de "The warriors") muchos pensamos en aquella Turquía y surge el brillo de la calva de Sas (intensificado por los focos) enfrentándose a Corea del Sur para "vengar" a los nuestros (?) o de su gol frente a Brasil en la primera fase.

Milan Baros (República Checa) - Euro 2004

Por breves, pero intensos, momentos pareció el delantero más determinante de Europa, no fue para menos. Cinco goles logró el checo para su selección poniendo la dinamita en una selección que juntaba algunos de los mayores talentos surgidos en aquellas tierras (a botepronto vienen a la cabeza Cech y Nedved, pero es que escarba uno y aparecen Jan Koller o el antes mencionado Poborsky) y que, en lo que entonces fue la semilla de la sorpresa, fue eliminada por Grecia en semifinales. Baros, que ganó la temporada siguiente la mítica Champions League de Estambul con el Liverpool, juega actualmente en el Galatasaray turco.

Fabio Cannavaro (Italia) - Mundial 2006

Sí, muchos dirán del Balón de Oro y tal. Sí, también, muchos hablaran que su carrera ya era exitosa. Y sí, aquellas imágenes en las que salía recibiendo "inyecciones". Pero cojamos los videos de Cannavaro en el Mundial y busquemos un solo central mejor que él durante aquel loco mes de verano de 2006 .Si aquello no fue un escándalo es porque al final casi todos los que intentamos jugar al fútbol (hoy o en algún momento de nuestras vidas) anhelamos el don del gol que tienen unos pocos. Un central como Cannavaro, entrado ya en años (cuántas veces habíamos oido la expresión "Nesta y Cannavaro son los dos mejores centrales del mundo" antes de aquel mundial) supuso el liderazgo necesario en un equipo con génes competitivos a borbotones. Sí, luego vino su discreto paso por el Real Madrid, y donde la gente esperaba la fusión de Superman, Hierro y Beckenbauer se encontró a Cannavaro, pero su papel en aquel mundial fue la primera letra para escribir "tetracampeoni"

Marcos Senna (España) - Euro 2008

Para muchos, entre los que me incluyo, la primera clave que deberiamos tener en cuenta el día -futuro- que nos paremos a repasar la victoria española en la Eurocopa de 2008 junto a nuestra descendencia es la aportación del brasileño nacionalizado español al combinado que creó Luis Aragonés. Siendo honestos, lo primero que nos llamó la atención de "Senna el del VIllareal" a muchos fueron los golazos desde fuera del área que marcaba ese moreno, pero Luis encontró en él las rodillas capaces de sujetar a España en la Eurocopa cuando le temblaran las piernas. Y vaya si respondió. Nos regaló a todos una de las más brillantes actuaciones que haya tenido un centrocampista "defensivo" en un torneo corto sin marcar un solo gol. Absolutamente alejado del brillo de los focos después, y apartado por las lesiones del Mundial 2010, no parece descabellado asimilar su figura con la del imprescindible Mauro Silva del Deportivo de la Coruña. Y no es poca comparación.

Diego Forlán (Uruguay) .- Mundial 2010

Ya en alguna ocasión nos hemos referido aqui al espectacular rendimiento que suele ofrecer la celeste en competiciones internacionales casi a modo de tradición, pero Forlán merece un capítulo aparte. En este caso sí podemos decir que alcanzó el cénit de su ya de por si magnífica carrera en la cita Sudafricana en la que lideró a base de goles (o golazos) a su selección para, no sin cierta suerte en el partido de cuartos ante las estrellas negras de Ghana, alcanzar unas semifinales en las que se lo puso durísimo a Holanda. Más allá de la polémica que se generó al otorgársele el premio a mejor jugador del Torneo, el cacha demostró estar entre los mejores delanteros...justo antes de iniciar su declive a nivel de clubes. Una irregular última temporada en el Atlético y su llegada al Inter de Milán más caótico de los últimos 10 años (con el oasis de la pasada Copa América entre medias) parecen indicar ese bajón, pero no descarten un posible resurgir.

4 comentarios:

Julio Pérez dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Julio Pérez dijo...

Muy bueno Juan.

La Euro '96 sirvió para los que éramos jovenzuelos o adolescentes pusiésemos en el mapa futbolístico a la Rep. Checa -o como gustaba decir entonces la prensa, Chequia-, pues ni idea teníamos de su existencia, salvo algún padre o hermano mayor que contaba lo del tal Panenka y su penalti. Pero al margen de esas batallitas, a las que podíamos hacer más o menos caso, no teníamos ni repajolera idea de quienes eran aquellos simpáticos muchachos de rojo, de nombres muy raros -a ver quién era el que sabía cómo pronunciar Bejbl. Para colmo, jugaban con una Alemania que sacrificaba a Scholl -qué magia tenía aquel tipo- por esa especie de tanqueta fea y vieja, pero efectiva, llamada Bierhoff, encargado de poner en la práctica aquello del gol de oro, tan propio de nuestros patios y pachangas, pero tan ajeno a las competiciones serias.
Simpatía eterna por la R. Checa en lo futbolístico, su nombre no nos volvió a sonar extraño e, incluso, suspiramos melancólicamente -Nedved, Poborsky, Jan Koller, Smicer...- ante su actual mediocridad

cityground dijo...

Cuantos recuerdos al leer el post.

Schillaci era un oportunista y en Italia 90 le entraban de todas las maneras, tuvo una carrera corta en la élite pero efectiva.

Baros llego a la Euro 2004 tras estar lesionado, y simplemente volaba comparado con el resto, tenia una velocidad increíble que tapaba alguna limitaciones que luego fueron más reconocibles.

Totalmente de acuerdo en lo de Senna, estuvo fantástico y fue clave en el titulo.

Muy buen mundial de Hasan Sas, la gran temporada de Nihat en la Real fue la siguiente al Mundial.

En el 98 Chilavert freno a España y casi a Francia que solo marco en la prorroga.

web dijo...

LLevas razón City en lo de Nihat, supongo que mi cerebro asoció el buen mundial que hizo tb Javi de Pedro en el 2002 con la figura de Nihat y ambas con el temporadón de la Real Sociedad.

Y sobre lo que dice Julio, a modo de anécdota comentar que estuve a punto de meter a Bierhoff en lugar de Poborsky, pero supongo que por cuestiones de simpatía hacia aquella República Checa me incliné por el melenudo, además creo que su actuación fue mucho más destacada.