La Copa Argentina que echase a rodar el pasado mes de Octubre va alcanzando sus rondas finales tras dejar atrás multitud de etapas entre muchos de los cuadros más humildes del país. De hecho esta semana han comenzado a disputarse los 24avos (?), donde los veinticuatro ganadores de cada llave se unirán a los ocho clubes más grandes por historia (Racing, Estudiantes, Newell's, San Lorenzo, Vélez, River, Independiente y Boca). Para los que no anden muy puestos con el torneo, otra de sus particularidades es que desde esta ronda los partidos se disputan en cancha neutral, muchas veces muy lejos de las ciudades a las que pertenecen los contendientes. Aquello de las equidistancias no lo aprendió Grondona en la escuela.
Pero entrando en materia, de los pocos partidos disputados hasta el momento de la actual eliminatoria dos resultados llaman poderosamente la atención. En el Estadio Bicentenario de Resistencia (Provincia del Chaco) se disputaba un derbi rosarino que no cruzaba a sus protagonistas desde hacía muchísimo tiempo. Por un lado Rosario Central, líder de la B Nacional en su búsqueda por retornar a la máxima categoría, se enfrentaba a Central Córdoba, actualmente una categoría por debajo de los canallas.
En Rosario Central, que había ganado sus 9 últimos partidos, M.A. Russo alineó a un once plagado de suplentes ante un cuadro que tenía mucho orgullo acumulado tras años y años de frustraciones. Todos esos lamentos se fueron por el desagüe al primer minuto de juego del segundo tiempo, que fue lo que tardó Lescano en ajustar un cabezazo junto a la base del poste. Sin embargo a la hora de partido Coniglio igualó de inapelable cabezazo. Parecía que serían los canallas los que se llevarían la victoria, o a lo sumo la llave se decidiría en los penaltis, pero una contra del Charrúa acabó en penalti de Casteglione (consiguientemente expulsado), pena máxima que anotó Salinas a pocos minutos del final para que Central Córdoba derrote a Rosario Central en partido oficial por primera vez desde 1959, como bien festejaron en la foto que ilustra el post.
Ya en Catamarca, Colón de Santa Fe disputaba su cruce ante Platense, un clásico muy venido a menos que actualmente se desempeña en la Primera B (la misma categoría de Central Córdoba). Todo parecía indicar que para el Sabalero la noche sería agradable, pero un golazo tremendo de Sebastián Matos a los 19 de juego ponía en ventaja al Calamar, que incluso gozó de ocasiones a la contra para aumentar la cuenta. Pero Colón apretó, equilibrando el marcador al regreso de vestuarios gracias a un testarazo de Ramírez. Neutralizada la sorpresa parecía cuestión de tiempo que los de Sensini acabasen por imponer la lógica, pero una gran definición de Olivares volvió a poner por delante a Platense, ventaja que ya no perderían hasta consumar la victoria.
En Rosario Central, que había ganado sus 9 últimos partidos, M.A. Russo alineó a un once plagado de suplentes ante un cuadro que tenía mucho orgullo acumulado tras años y años de frustraciones. Todos esos lamentos se fueron por el desagüe al primer minuto de juego del segundo tiempo, que fue lo que tardó Lescano en ajustar un cabezazo junto a la base del poste. Sin embargo a la hora de partido Coniglio igualó de inapelable cabezazo. Parecía que serían los canallas los que se llevarían la victoria, o a lo sumo la llave se decidiría en los penaltis, pero una contra del Charrúa acabó en penalti de Casteglione (consiguientemente expulsado), pena máxima que anotó Salinas a pocos minutos del final para que Central Córdoba derrote a Rosario Central en partido oficial por primera vez desde 1959, como bien festejaron en la foto que ilustra el post.
Ya en Catamarca, Colón de Santa Fe disputaba su cruce ante Platense, un clásico muy venido a menos que actualmente se desempeña en la Primera B (la misma categoría de Central Córdoba). Todo parecía indicar que para el Sabalero la noche sería agradable, pero un golazo tremendo de Sebastián Matos a los 19 de juego ponía en ventaja al Calamar, que incluso gozó de ocasiones a la contra para aumentar la cuenta. Pero Colón apretó, equilibrando el marcador al regreso de vestuarios gracias a un testarazo de Ramírez. Neutralizada la sorpresa parecía cuestión de tiempo que los de Sensini acabasen por imponer la lógica, pero una gran definición de Olivares volvió a poner por delante a Platense, ventaja que ya no perderían hasta consumar la victoria.
A estas impactantes resoluciones debe sumarse la eliminación de San Martín de San Juan (Primera) contra Unión de Villa Krause, actualmente en el Argentino B (más o menos 4ª categoría, ahí ya uno se pierde), que se impuso la semana pasada en los penaltis y se enfrentará en 16avos al vencedor del Midland-Quilmes. La brecha se ha abierto, asegurando nuevas emociones en una Copa a la que los grandes no prestan demasiada atención hasta las últimas rondas (o en caso de clásico), al estilo de lo que sucede en España o Italia. Por ello, seguramente estas no hayan sido las últimas sorpresas de una Copa Argentina 2012/13 de la que seguramente pronto volveremos a hablar en Café Fútbol.
1 comentario:
Gracias por la información.
Vamos Platense¡¡¡
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