CAFÉ FÚTBOL

No se puede ser futbolero y no amar al fútbol sudamericano. De una u otra forma es así, y lo contrario es imposible. Puede que haya quien no disfrute con sus múltiples torneos, con su historia y sus apasionantes clásicos, pero ¿no nos han atraído siempre los Schiaffino, Maradona, Garrincha, Cubillas, Sívori, Elías Figueroa, Alberto Spencer, Roberto Carlos y un sinfín de estrellas tal como lo hacen hoy Neymar, Agüero o Arturo Vidal? Admitidlo, de una u otra forma amáis secretamente un fútbol tan desorganizado como maravilloso, la esencia del potrero sobre un terreno de juego que os recuerda vuestra su niñez y os hace disfrutar como nunca. Eso y mucho más ofrece siempre Sudamérica, pero hay que ir a por ello. O pasarse por sitios como éste, dónde nos encanta un balón más que un caramelo a un niño. El fin de semana ha augurado unos días tremendos de Copa Libertadores. La tercera semana de competición traerá unos duelos muy interesantes de los que hablaremos más adelante, ya que como

Vuelve Adriano. Ojalá sea para quedarse. Comenzó la fase de grupos de la maravillosa Copa Libertadores 2014 con una primera semana de competición que demuestra que son muchos los posibles candidatos si bien no hay favorito claro. La igualdad reina en un torneo que promete mucha diversión además del habitual encanto, folclore, pasión, mística y nuevas (y también maduras) perlas que nos deja la Copa que hace estremecer Latinoamérica, ya que no hay que olvidarse que desde hace más de una década los mexicanos luchan por un cetro en el que suelen dar buen nivel y que ya han rozado en varias ocasiones. Vamos con un breve resumen de lo acaecido: GRUPO 1 Los dos favoritos para imponerse dejaron claro ya en la primera fecha el porqué de su condición. Vélez Sarsfield abrió fuego llevándose los 3 puntos de Lima ante un Universitario decepcionante y temeroso ante su público. Los de Liniers salieron a por todas desde el principio, haciéndose acreedores del balón, llegando con más efecti

Una simple pero preciosa estrella adorna el escudo de Botafogo. De todos los mitos que vistieron los colores alvinegros, el más rutilante de ellos fue precisamente una estrella... solitaria. Amigo de las masas, falleció borracho, empobrecido y en soledad. Amado en todos los rincones no solo de Río sino también de Brasil, parecía que desde la marcha del querido ídolo la gente botafoguense se había perdido. De aquello hace tres décadas, y desde entonces la última gran alegría se produjo en 1995 cuando obtuvieron su segundo título nacional al imponerse al Santos en la final. Desde entonces la fábrica de jugadores siguió dando réditos, llegaron algunos títulos Estaduales, campañas decentes en el Brasileirão y algunos genios queridos como El Loco Abreu o el recientemente retirado Clarence Seedorf. Alegrías intermitentes para mantener un viejo orgullo que hasta anoche no volvió a hacerse presente, y de qué manera. 'O gigante voltou' (creo que no necesita traducción) decía la