El techo de cristal de Novorizontino

Novorizontino, a inicios de 2025 ante Corinthians en el Paulistão.

Grêmio Novorizontino lleva años abonado a las emociones fuertes. Casi toda su existencia de hecho, ya que hablamos de un club fundado apenas en 2010. Desde entonces fue escalando poco a poco en la pirámide del fútbol brasileño hasta alcanzar a finales de 2021 el penúltimo peldaño, debutando en la Serie B en 2022. Para una entidad nueva en la categoría obtener la salvación era el objetivo, algo que lograron la última jornada tras un triunfo 0-3 Operário Ferroviário, que combinado con la derrota de CSA ante Cruzeiro les permitieron respirar.

El segundo año fue totalmente distinto. Luego de un comienzo irregular se instalaron en puestos de ascenso en la 9ª jornada, llegando a ocupar el liderato algunas semanas. Se mantuvieron ahí hasta la 29ª, cuando cayeron ante Guaraní, que les adelantó. Dos puntos en los tres siguientes encuentros supusieron un lastre difícil de superar. Novorizontino reaccionó, pero una dolorosa derrota en casa por 1-2 ante el líder Vitória les privó de sus esperanzas. Llegaron dos triunfos en las jornadas finales, insuficientes para culminar un sueño que se quedó a un único punto de distancia. Lo mismo que le sucedió a Mirassol, que sí ascendería en la siguiente campaña.

Con la lección aprendida, 'O Tigre do Vale' (El tigre del valle) encaró 2024 dispuesto a pelear de nuevo por el ascenso. Acabaron la primera vuelta en segunda posición pese a los altibajos sufridos durante casi la misma. Sin embargo, las perspectivas eran buenas. Líderes desde la 22ª hasta la 30ª fecha, parecía que esta vez sí, pues iban avanzando con solvencia por el campeonato. La derrota en la jornada 31 en su hogar del Jorjão ante Sport Recife, seguida de otra a domicilio ante Mirassol, dio un susto grande. Los tres siguientes compromisos ganó Novorizontino. Fueron la previa al desastre: a la derrota en casa ante Operário Ferroviário, se sumó un empate, nuevamente ante su propio público, frente a Paysandú, que no se jugaba nada. Incluso en esa situación, Novorizontino seguía tercero, en posiciones de ascenso. Dependía de sí mismo para alcanzar la élite, pero la catástrofe se confirmó cuando a una nueva derrota, 1-0 ante Goiás, se sumaron el triunfo de Mirassol, el de Sport Recife ante Santos (ya campeón de la división) y el empate de Ceará. Para mayor crueldad, Novorizontino y Ceará igualaron a puntos, quedando el Alvinegro por delante por mejor diferencia goleadora.

¿Y cómo estamos en 2025 a falta de dos jornadas para la conclusión de la Serie B? Pues en una situación parecida. Novorizontino ha pasado casi la mitad del torneo en puestos de ascenso, hasta que ha llegado una nueva pájara. Si en la jornada 32 se encontraban entre los cuatro primeros lugares, cuatro empates consecutivos han mermado sus posibilidades. Amazonas, Botafogo SP, América Mineiro y por último, Remo, han arañado un punto ante ellos. Para colmo, Remo es rival directo, tercero en la tabla con dos puntos más que ellos. Novorizontino se adelantó en su duelo del fin de semana, pero una tempranera roja a Waguininho, autor del gol del Tigre, dejó a su equipo con 10 hombres desde el 13 de partido. La visita igualó en el segundo tiempo, y aunque todavía Novorizontino logró un nuevo tanto, éste fue anulado por fuera de juego.

Así las cosas, son séptimos aunque a tan solo dos puntos del 2º lugar, y a uno del 4º, estando todo igualadísimo entre seis contendientes para tres plazas, toda vez que el líder Coritiba lo tiene prácticamente hecho. El próximo partido será toda una final para Novorizontino, pues rendirá visita a Goiás, un punto y un puesto por encima, para acabar ante su público a CRB, que en teoría no se jugará nada en la jornada final (está a 5 puntos del top 4).

Veremos cómo acaba esta historia, si con final feliz al tercer intento o con una nueva frustración para un club joven que ve como el sueño de alcanzar la mejor liga sudamericana se frustra año tras año cuando acariciaban el ascenso. Por lo pronto, se jugarán el todo por el todo el domingo en el 'Estádio da Serrinha' de Goiania.