Bayern Munich: espíritu de supervivencia, ADN de campeón
No enamora con su juego ni es un club que por su historia suela caer simpático, pero “al César lo que es del César”, este Bayern ha pasado por muchas etapas esta campaña que bien merecen una pequeño análisis pues los que hoy son finalistas de Champions y Copa germana más líderes de su campeonato local estaban denostados para todos tras su paupérrimo inicio de temporada, en el cual incluso la cabeza de Van Gaal estuvo en entredicho en varias ocasiones.
Sin embargo, tal y como reza el título de esta entrada, los bávaros siempre han sabido sobrevivir en las circunstancias más adversas, transformándose para pasar de aparentemente muertos, eliminados o superados a levantarse con bravura e imponerse en las situaciones más inesperada.
Recapitulemos: el irregular inicio en la Bundesliga llegó a tenerlos hasta 8 puntos por debajo del por entonces intratable Bayer Leverkusen, pero una gran racha de nueve victorias consecutivas desde finales de noviembre hasta mediados de febrero (hay que tener en cuenta el parón invernal, por ello la lejanía en las fechas) les dio alas para pelear una ensaladera que a dos fechas de la conclusión tienen más cerca que nunca pues lideran la tabla con el Schalke 04 como único rival y con un calendario benévolo, aunque ese choque final en Berlín ante un Hertha que se juega el ser o no ser puede ser no solo una trampa, sino un gran drama. A todo ello hay que sumarle la presencia en la final de la DFB Pokal ante el Werder Bremen, a disputarse el 15 de mayo.
Pero los momentos más épicos y gloriosos para los muniqueses en este lapso lo han vivido en la madre de las competiciones europeas, una Champions que ha supuesto todo un carrusel de emociones para los suyos por los altibajos vividos de los que siempre han salido triunfantes. Prácticamente fuera tras la 4ª jornada de grupos, sin depender de sí mismos tras caer por segunda vez consecutiva ante el Girondins, afrontaban la 5ª jornada ante el Maccabi más pendientes de que los franceses derrocasen a la Juventus para viajar a Turín con alguna chance. Por fortuna para ellos, así se dieron las cosas, pero como todo no les fue sencillo en la capital piamontesa. La Vecchia Signora se adelantó por medio de Trezeguet, no solo poniendo más tierra de por medio en cuanto al resultado sino con la baza psicológica que supone tener que remontarle a un equipo transalpino en su casa. Lo lograron, a lo grande además, en lo que supone la gran catarsis del conjunto de Van Gaal desde que éste los entrena.
Aquello fue a primeros de diciembre y coincidió con el inicio de la antes mencionada racha de triunfos en la Bundesliga. Recuperados anímicamente y con el pase a octavos, su siguiente rival sería una Fiorentina que vendió carísima su piel. Cayeron en Munich por 2-1 merced a un gol en claro fuera de juego de Klose y luego lograron remontar la eliminatoria en Florencia aunque cedieron gracias a un memorable tanto de Robben.
Luego llegaría el Manchester United, campeón y finalista respectivamente de las dos últimas ediciones además de representar aquel fantasma oscuro que les arrebató la recordadísima Champions de 1999 cuando ya la rozaban con la yema de los dedos. Ese espíritu indomable de duro fajador les dio la victoria en el último minuto en el Allianz Arena, aunque en Old Trafford les pasaron por encima en la media hora inicial. El 3-0 se hacía tan duro como justo, dando la impresión de que si el United apretaba un poco más sacaría los colores a su rival con una goleada histórica. No obstante, Olic recortó distancias antes del descanso para otorgar esperanzas a los suyos. La expulsión de Rafael junto a la lesión de Rooney mermaron a unos Red Devils que tras encajar el tanto de Robben (otro golazo) no pudieron sacar fuerzas para presentar oposición a los alemanes.
Y así llegamos a las semifinales que se han disputado hoy, quien lo hubiera dicho, el escalón más sencillo para el Bayern. Lo que pudo suponer un varapalo por la pronta auto-expulsión de Ribery en la ida fue un estímulo para sus huestes, que no permitieron al Lyon aprovechar su superioridad (bueno, también Claude Puel adoleció de la valentía necesaria), se hicieron con el balón y bajo las alas de un imparable Robben resolvieron un partido soso que les dio la ventaja mínima (1-0) con la que llegar a Lyon. Es ahí, en la capital de la región de Ródano-Alpes, donde hoy el Bayern ha sentado cátedra ante un Olympique tan decepcionante como mundano e indigno de estar en una instancia tan decisiva. Olic se ha graduado con un hat-trick en una noche inolvidable para él, el gran protagonista junto a Robben de la gran gesta europea del gigante bávaro.
Ahora esperan desde la calma al rival que saldrá de la prometedora batalla entre Barcelona e Inter, a sabiendas de que tienen su lugar asegurado en la final del 22 de mayo en el Santiago Bernabéu, donde siendo honestos pocos esperábamos verlos (yo al menos no contaba con ellos) pero donde con total merecimiento estarán con el objetivo de lograr su 5ª Copa de Europa.
Comentarios
Un saludo
Por otra parte, el Lyon me ha decepcionado muchísimo. Sinceramente, ha sido patético. No entiendo cómo un equipo, llegado a la semifinal de la Champions por primera vez en su vida, puede actuar así. No lo han intentado ni una sola vez, ni en la ida (ni siquiera cuando jugaban con 10 por expulsión de Ribéry) ni en la vuelta.
Por cierto, Garrincha, ahora me entero que eres hincha del Dortmund. Yo también =) Parece que excepto Racing y Madrid, somos hinchas de los mismos equipos (Inter, por ejemplo).
Saludos.
Tampoco me cae simpático y prefiero que gane la Bundesliga cualquiera antes que ellos, pero hay que reconocer que son un grande de Europa y lo de esta temporada tiene mucho merito.
Ayer me encanto Altintop y por supuesto Olic, ¿Ribery?, pues no lo echaron mucho de menos la verdad. Su punto flojo me parece que es Butt pero sino le chutas.