Emociones maltesas

El 13 de enero de este año, la federación maltesa decidió ampliar el número de equipos en primera división de cara a la siguiente campaña, pasando de 10 a 12 los conjuntos que militarán en la máxima categoría.

Esto, como es lógico, trae cambios en los criterios de ascenso y descenso de la temporada en curso. Al parecer (y tratándose del fútbol maltés siempre hay que ponerlo entre paréntesis) tan solo el último clasificado de primera división caerá a segunda, ascendiendo los tres mejores clubs de dicha categoría.

En cierto modo, esto hace que lo sucedido este fin de semana pierda algo de trascendencia, pero nadie podrá negar que fue, cuanto menos, emocionante.

Lo mejor es poneros en antecedentes.

Ultima jornada de la primera fase de la premier maltesa. Tras enfrentarse entre si los diez componentes, los seis primeros luchan entre si por el titulo, mientras los cuatro peores lo hacen por evitar el descenso (pasando todos a la segunda fase con la mitad de los puntos obtenidos en la primera).

Se llegaba a esta fecha con cuatro equipos ya clasificados para la lucha por el campeonato, el Valletta (que si no media un cataclismo es casi campeón, dada la distancia que fue capaz de sacar al segundo), el Tarxien Rainbows (sorpresa de la competición), el Floriana y el Birkirkara, actual campeón.

Otros dos equipos, el Hibernians Paola y el Vittoriosa Stars eran ya conocedores de que les tocaría luchar por salvar la categoría.

Quedaban pues otros cuatro equipos, Marsaxlokk (23 puntos), Qormi (20 puntos), Hamrun Spartans (20 puntos) y Sliema Wanderers (19 puntos) con algo en juego. El Marsaxlokk estaba prácticamente dentro del play off por el título (contaba, además de su ventaja en puntos, con mejor gol average que sus perseguidores). Eran pues tres los conjuntos que buscaban sobre todo eludir el peligro del descenso.

Los partidos a seguir eran el Sliema- Hibernians, el Vittoriosa Stars- Hamrun Spartans y el Qormi-Marsaxlokk. Curiosamente, el Sliema jugaba en el estadio del Hamrun, el Qormi lo hacia en el del Hibernians y el Hamrun en el Nacional. Cosas de no haber demasiados estadios disponibles en Malta para jugar los partidos simultáneamente

El primer de ellos no tuvo historia, y cuando en el 52 los locales lograban en 4-0 el único interés de sus aficionados eran los resultados en los otros campos…que no paraban de arrojar emociones.

Minuto 24, el Qormi se adelanta en el marcador.

Minuto 40, el Hamrun hace lo propio.

Así concluía la primera mitad, en ese momento con Qormi y Marsaxlokk dentro del top seis.

Se reanuda la jornada. En el 61 el Vittoriosa logra el empate. Seis minutos después, consigue el segundo. En ese mismo minuto, el Qormi ve como expulsan a su portero y le pitan un penalti en contra, que se convierte poco después en el tanto de la igualada.

En ese momento, el Sliema es el equipo que entraría en la lucha por el titulo.

Minuto 79, Gaetan Spiteri (el segundo máximo artillero de la liga) logra igualar para los espartanos. Un minuto después, penalti a favor del Hamrun…

Que falla.

En el 84, Spiteri vuelve a batir la portería del Stars, 2-3 (sería el resultado final), y el Spartans entre los de arriba.

Pero en el 90, el Qormi, a pesar de jugar con uno menos, logra el 2-1.

Sus aficionados celebran el éxito cuando en el 93 el argentino Julio César Alcorsé, que acababa de salir al terreno de juego, sella la igualada para el Marsaxlokk.

Final de la jornada, con alegría para los seguidores espartanos (entre ellos, por supuestos, el café fútbol al completo), y enorme decepción para los de Qormi, que por otra parte no deberían tener demasiados problemas de cara al descenso, dada la mala situación en la que parte el Vittoriosa.

A partir de ahora, la fase decisiva, a la que al menos acudiremos con la tranquilidad de ver al Hamrun libre del miedo al descenso (y a tres puntos de meterse en la UEFA).