Absurda injusticia en Bélgica
De locos lo sucedido en la Jupiler League. Si hace algún tiempo Martín consiguió desmembraros el ridículo y anti futbolero sistema que apenas perduró en Holanda, hoy haré un intento por hacer lo propio con el desbarajuste impuesto un poco más al sur de la frontera neerlandesa, para ver si alguno bajo una sobredosis de drogas duras consigue descifrar tal aberración.
El hecho es que los directivos del campeonato belga acordaron para la recientemente finalizada temporada usar un nuevo sistema para añadir más emoción, a la par que obtener más plata por el producto. ¿Qué más daba cuál fuera el resultado sobre el terreno de juego? Total, a más partidos habría más público potencial en la cancha así como en casa tragando publicidad, que al final es de lo que se trata pues así se obtienen mayores ingresos.
El atropello ha sido tal que el Anderlecht, líder al final de la ‘liga regular’ (detesto ese término aplicado a nuestro deporte), ha estado luego totalmente descartado para el título. ¿Por qué? Debido a que el sistema dividía a los equipos que peleaban por el trono nacional de los que no, siendo los privilegiados los que ocupaban las 6 primeras posiciones al final de la temporada. Luego se dividían los puntos, por lo que los que ocupaban los mejores puestos a la vez que tenían más puntos, poseían venta (aunque reducida) sobre el resto, aunque estaba el arriesgado agravante de perder un trofeo por más merecido pero que ya cualquiera podía ganar si tenía una buena racha.
Y así ha sido, pues el Racing Genk (que ha compartido durante toda la liga la punta con el Anderlecht) es el único que podía llevarse el gato al agua con justicia. Tras 9 de los 10 partidos de los que consta este ‘cachondeo a la belga’ estaban igualados en solitario con… el Standard de Lieja, cuya campaña venía siendo un desastre pero que en este malparido playoff definitivo contaba todos sus encuentros por victorias (salvo un empate), por lo que aprovechando algún pinchazo del Genk más el descalabro del Anderlecht, fueron escalando posiciones hasta llegar a la jornada de conclusión con posibilidades de campeonar. Vamos, algo así como si el Liverpool o el Atleti hubieran hecho lo propio en sus torneos nacionales.
La broma llegó a tal punto que el partido que cerraba el campeonato lo disputaron a inicios de esta semana los dos punteros, aunque esta vez en casa del Racing Genk (un poco de justicia poética debía existir al menos en el asunto), por lo que una victoria del Standard otorgaba a los valones su tercer entorchado en 4 años, algo digno de elogio pero absurdo visto el sistema belga, que parece haber conseguido superar de este modo el blasfemo modus operandi usado por sus vecinos del norte recientemente.
Llegó a adelantarse el plantel de Lieja, aunque la igualada ya en la segunda mitad del mediocampista nigeriano Nwanganga (magnífico su testarazo) les dio el título al Racing Genk, el tercero de su humilde pero cada vez más gloriosa historia:
¿Y el Anderlecht? De levantar el trofeo y jugar la próxima Champions ha pasado a las previas de la Europa League. Triste para ellos y horrible final para el fútbol. Ojalá que no se repita los años venideros.
Pd: espero no haber herido la sensibilidad de ningún hincha del Standard, un club al que respeto por encima de todo. Así como espero que quede clara la posición del autor totalmente contraria a estos atentados contra el deporte que todos los que hacemos este lugar, autores y amigos que nos visitáis, tenemos.
Comentarios
En la famosa liga de los playoffs (mal dicho, porque eso implica eliminatorias) en España los 18 equipos se dividían en 3 grupos, en los que el primero luchaba por el título, el segundo por un puesto UEFA y el último por el descenso, pero no había ningún tipo de compensación o handicap en forma de puntos. La idea no era tan mala en teoría, pero en la práctica era absurda y por suerte sólo duró un año.