Samp & Eintracht, hasta pronto

Este fin de semana se han confirmado dos descensos que no por esperados vista la delicada situación de nuestros protagonistas eran deseados por nadie. No es que quisiéramos ver de nuevo en la categoría de plata a Juventus, Milan, Lecce, Wolfsburg o Cesena, pero nos fastidia, incluso a alguno de los que escribe aquí puede decirse que le duele ver a dos históricos de tal calado descender a segunda división.

No hablamos de dos cualquieras. No son los más grandes de sus respectivos países, pero tampoco son dos clubes que desmerezcan homenaje, ya que no por nada la única ocasión que se proclamaron campeones nacionales alcanzaron la final de la máxima competición europea, cediendo el germano ante el Madrid imperial de Di Stéfano y Puskas mientras el italiano hincaba la rodilla estos días hace un par de décadas ante un cañonazo imparable de Koeman que llevaba al cielo al Barça por primera vez.

Pero si bien sus mejores momentos quedan lejos, es más inexplicable lo de la Sampdoria, que hoy hace un año festejaba el cuarto puesto que les posibilitaba el acceso a la Champions League si superaban la fase eliminatoria previa. En el Luigi Ferraris todo eran sonrisas e ilusiones desboradas, aunque en agosto se llevasen un varapalo inexplicable al dejarse remontar en casa ante el Werder Bremen, dejando escapar una oportunidad inmejorable para la entidad tanto tiempo después.

Luego, quien me lo iba a decir, este que escribe presenciaría el pasado mes de diciembre el último encuentro de Cassano con la zamarra blucerchiati, ya que el ‘Talentino’ se pelearía con el presidente Riccardo Garrone para tras una serie de episodios dejar el equipo rumbo al Milan, donde ha regresado al vino y las rosas. Siguió su camino Pazzini, a la misma ciudad pero con otra camiseta.

El equipo se estancó, acusó la huida de sus mejores jugadores, cayó pronto en Europa y poco a poco fue acercándose a un abismo del que no ha sabido salir cuando cayó en él. Ayer perdió, otra vez como local, contra el Palermo (1-2), ante el que necesitaba vencer imperiosamente para llegar vivo a Roma. Pero a su desgracia se sumaba la victoria del Lecce en Bari (0-2), condenándoles a un destino fatal que creían olvidado hace tiempo. Ahora son los hinchas del Genoa los que sonríen…

szólj hozzá: Sam 1-2 Pal

Lo del Eintracht de Christoph Daum es menos chocante, si bien tampoco se pensaba al inicio de la campaña en que la decepción alcanzaría estas cotas, toda vez se creía alcanzada la estabilidad necesaria para establecerse en la Bundesliga con la firmeza necesaria para no pasar apuros y permitirse mayores alegrías, posibles en un torneo tan abierto como el germano, como hemos visto con sorpresas agradables como el Mainz o Nüremberg, ambos clasificados para jugar la Europa League de la próxima campaña.

Salvados sobre la campana Wolfsburg (lo suyo es para hacérselo mirar tras ser campeones en 2009) y Borussia Mönchengladbach, los de Frankfurt debían ganar en Dortmund para mantener viva la esperanza, pero imponerse en casa del nuevo rey quizá era demasiado pedir para un proyecto que debe rehacerse desde la paciencia y la austeridad para retornar pronto al lugar que les corresponde. Así se lo deseamos tanto a ellos como a la Samp, para que a estas alturas del año que viene estemos festejando el retorno.