Calcioscommesse: la verdad
Antonio Conte, flanqueado por Andrea Agnelli |
Por Christian C.Lijó (@CurvaBianconera)
Ayer, otra vez, Italia se despertaba con el tintineo de las esposas. Con las imágenes de una múltiple redada, cinematográfica, al alba y la irrupción sincronizada en Florencia, Génova, Roma, Turín, Bari, Budapest… El calcio era otra vez noticia en el mundo porque en Italia, directamente, ese deporte no existe. Hace casi un año que conocimos todo esto, que Cristiano Doni ya no es futbolista por esto y, su equipo, la Atalanta, ya pagó por su culpa empezando el campeonato recientemente acabado con -6 puntos. Luego llegó el turno a Andrea Masiello, jugador que se hizo famoso en el Bari (se le relacionó incluso con la Juve y el Milan) y perteneciente a la Atalanta en el momento de la detención. Le siguieron otras detenciones de ex jugadores y de la cúpula húngara de la trama, pero no le prestamos mucha atención al tema desde ayer. Por eso hoy sabemos tan poco: contar en cinco minutos algo que ha pasado durante un año es un ejercicio que atenta contra la ética periodística que, en Italia y fuera, brilla por su ausencia. Hoy, todos sabemos que ayer fueron detenidos Stefano Mauri y Omar Milanetto, que interrumpieron la concentración de la selección italiana para comunicarle a Criscito que estaba siendo investigado y que registraron la casa de Antonio Conte en Turín. Sabemos eso, nos han contado eso, pero ni el porqué ni el cómo. Y eso es una injusticia ante la que no podemos estar tranquilos.
Para Mauri y Milanetto las acusaciones son tan claras como las pruebas y su defensa no puede dedicarse más que al pataleo. El fiscal de Cremona les acusa sin paliativos porque “manifestaban su disponibilidad a favor del grupo de los húngaros para alterar el resultado natural de los partidos de sus respectivos equipos durante la temporada 2010-2011”. En concreto, a Mauri le acusan de amañar el Lazio – Genoa del 14 de mayo de 2011 y el Lecce – Lazio de la semana siguiente. “Mauri tenía una red de relaciones, directas o telefónicas, con los otros asociados en las fechas próximas al partido o el mismo día del partido, en particular con Alessandro Zamperini (ya detenido), que era el constante mediador entre la cúpula y los futbolistas corruptos o corruptibles”. Muchas pruebas y pocas dudas sobre su implicación. Duele en Italia ver como en el fútbol de élite puede llegar a pasar esto. Un jugador como Mauri, capitán de un gran equipo, relacionado con muchísimos otros grandes, regularmente con la selección italiana… "¿Cómo puede llegar a vender su profesionalidad? “¿Cómo le explico yo a mi hijo que sus ídolos no siempre juegan para ganar?”, declaraba ayer un padre aficionado de la Lazio desconsolado ante la cámara.
Aún así, los casos que más han llamado la atención, los más polémicos, han sido el de Criscito, por la irrupción de la policía en la concentración de la selección y el de los juventinos Conte y Bonucci, que también hubiese podido quedarse sin el europeo. Vamos por orden. A Criscito le investigan por ser presuntamente cómplice en el amaño del Lazio – Genoa. Las pruebas contra él son unas fotos borrosas con dos aficionados del Genoa que, por ahora, no están implicados en el asunto en la semana del partido contra la Lazio y justo después de que los rossoblù perdiesen el derbi contra la Samp. Los dos aficionados, Fabrizio Fileni y Massimo Leopizzi, han declarado a la prensa, al igual que el propio Criscito, que se enteraron de que el jugador estaba en ese restaurante, junto a Sculli, y acudieron a reprenderles por su actitud en el derbi que el Genoa perdió 1-0 contra la Sampdoria. Demasiado poco para ser lapidado como ha sido por la prensa internacional y seguramente también para ser apartado del equipo. Porque, permítanme decirlo, Criscito está fuera de la Euro por casualidad. Comparando su caso con el de Bonucci, Prandelli ha expulsado a uno y confirmado al otro ¿por qué? Porque uno ha recibido la notificación de que está siendo investigado en la concentración de la selección. Porque el fiscal de Cremona lo ha querido así. Porque si hubiese declarado antes, como hizo Bonucci, no habría problema. Y quién le iba a decir al central aquel día que fue a Bari ante el juez que eso le iba a permitir estar en la Euro…
Bonucci acudió a declarar tras verse involucrado por la declaración de Andrea Masiello en sede judicial. Masiello le acusó, junto a otros tres futbolistas del Bari (Parisi, Belmonte y Salvatore Masiello), de estar de acuerdo en arreglar el resultado del Udinese –Bari del 9 de mayo de 2010. “Hablé con ellos y llegamos a un acuerdo. Llegados a Udine, Salvatore Masiello contactó telefónicamente con Simone Pepe, preguntándole si quería comprarse un Ferrari. Salvatore Masiello me dijo que la respuesta había sido explícitamente negativa. Aunque no llegamos a un acuerdo con los futbolistas del Udinese, por lo que yo sé, yo, Bonucci, Belmonte y Parisi jugamos para conseguir el resultado que nos interesaba, favoreciendo que se marcasen tres goles". El partido acabó 3-3 (El sistema quería el arreglo para el + 3.5 goles, ndr). Bonucci, como decíamos, declaró y no figura, a día de hoy, entre los implicados. El hecho de que ayer la fiscalía de Cremona transfiriese la competencia a Bari carece de cualquier fundamento porque, precisamente, esa fiscalía, carecía de la competencia para investigarle.
Pero es especialmente sangrante el caso de Antonio Conte. Su nombre viene circulando desde hace un par de meses en medios con tendencias que ya quedaron demostradas en 2006, que entonces fueron cómplices de esconder información favoreciendo los intereses de equipos de Milán. Hablamos de La Gazzetta dello Sport y de Repubblica. Ayer, la policía italiana registró su casa, incautando material informático y secuestrando el teléfono del entrenador de la Juventus. ¿Y qué pinta Conte en todo esto? Tampoco lo ha explicado nadie. Bien, uno de los detenidos en la primera parte de la investigación es Filippo Carobbio, jugador del Siena entrenado por Conte la temporada pasada, que ante los investigadores de la Figc el pasado 29 de abril declaró que Conte sabía del amaño del Novara – Siena del 30 de abril de 2011. “Hubo un acuerdo para empatar el partido, hablamos de ello durante la reunión técnica y todos éramos conscientes del resultado acordado. El mismo Antonio Conte nos dijo que podíamos estar tranquilos porque habíamos llegado a un acuerdo con el Novara para empatar. Draseck (uno de los húngaros, ndr) vino a nuestro hotel y habló con Vitiello y luego el acuerdo se nos comunicó a todos. Yo luego hablé en el campo especialmente con Bertani y Gheller, del Novara”. Estas son las declaraciones de Masiello ante investigadores de la Figc, no ante la fiscalía que, además, en su ordenanza de ayer admite que “la implicación (de Conte, ndr) está por verificar y no en esta sede”. ¿Entonces? ¿Por qué registraron su casa? ¿Por qué, como él dijo ayer en rueda de prensa lleno de rabia, no le han llamado a declarar antes de dejarle en evidencia con una intervención policial? ¿Es así como funciona la justicia en Italia que, además, no toma nota de las declaraciones de otros implicados en el presunto amaño de ese partido que proclaman la inocencia de Conte? Bertami, del Novara, lo ha dicho; Perinetti, director general del Siena, también (“Era un partido importante, porque ganando hubiésemos conseguido la promoción automática y llegando primeros Conte hubiese ganado un premio importante”) y el director deportivo del club, Faggiano, también (“Conte estaba muy activo antes del partido. Nos pidió entrenar en el césped sintético de Novara porque quería ganar para quedar por delante de la Atalanta, que le había destituido el año anterior”).
Con todo esto, cada uno puede creer y escribir lo que quiera, pero conviene respetar la presunción de inocencia y la integridad de las personas, especialmente la de alguien que en toda su carrera lo ha dado todo por conseguir cada victoria y que, al final, así le ha llamado a su hija. Si se demostrase la implicación de Conte por pertenecer a una organización para delinquir destinada a la estafa y al fraude, la sanción mínima sería de tres años de inhabilitación, pudiendo llegar incluso a la de por vida. Sin embargo, si él, como Bonucci y Simone Pepe son acusados por omisión de denuncia, la sanción mínima sería de seis meses. Mauri y Milanetto no podrán jugar a fútbol nunca más en su vida y la Lazio seguramente se verá fuera de la próxima Europa League pagando las culpas que no le tocan por el hecho de tener un rufián en su equipo. Esa es la tristeza que sentimos muchos, la de muchos aficionados afectados, desilusionados que vemos que el fútbol no es lo que creíamos. Un niño enfermo decía ayer al seleccionador Prandelli durante su visita al hospital: “¿Llevo tres meses luchando contra mi enfermedad para poder jugar a fútbol y ellos hacen esto? No me dan pena". Al resto de personas honestas tampoco. Pero en esa lástima no podemos dejar que se escuden los que pretenden hacer daño utilizando u posición de privilegio ni pretenden esconder información. ¿Quién ha hablado hoy de la llamada entre dos detenidos, recogida en la ordenanza de Cremona, que implica al Inter en el escándalo cuando el ex jugador Tisci dice que “no llegaron a un acuerdo porque todos los futbolistas del Inter habían apostado al over (+ 3.5 goles, ndr), pero los jugadores del Lecce querían jugar y sólo llegaron a un acuerdo quince minutos antes”. Ese Inter – Lecce terminó 1-0, nada que ver con la apuesta, pero también queremos saber qué pasó ahí y quién, a parte de Vieri, estuvo implicado.
Comentarios
Un poco menos de rigidez por favor, ¿que nunca leyeron condorito?, no todos somos una enciclopedia. je.
Saludos.
Puede no conocerse a alguien (algo que 'googleando' al nombre se encuentra en seguida), pero aún así intentaremos ser "menos rigidos" ;)
Saludos
http://6cero.com/a/ChristianCL/2012/may/calcioscommesse-filippo-carobbio-creerle/156159
Y estoy disponible para resolver cualquier duda.
Un saludo.
Todo esto corrobora en gran parte lo que describe Declan Hill en "Juego Sucio", y a la espera de lo que pase, veo que surje la misma duda de siempre´¿es que aqui no pasa nada de esto?
Creo que ya somos todos mayorcitos para imaginarnos la respuesta.