Baño de realidad a los ‘nuevos ricos’
James Rodríguez, el hombre que solo marca golazos |
Anoche se completó la segunda jornada de la fase de grupos con otra buena batería de grandes encuentros que nos dejaron multitud de matices, emociones, goles y sobre todo mucha diversión. El Málaga continúa jugando como ese adolescente que juega con una mezcla de furibunda ilusión y responsabilidad, Madrid y Barça siguen a lo suyo mientras Shakhtar Donestk y sobre todo BATE Borisov siguen sorprendiendo a propios y extraños con su descaro ante los gigantes continentales. Sin embargo quiero reparar en un detalle que me llamó la atención poderosamente ayer por el significado intrínseco de tres encuentros concretos que enfrentaron a “nuevos ricos” contra clubes de gran tradición continental, queriendo conquistar los primeros ese título que les falta y precisamente tenían sus rivales: la Champions League.
Comencé la tarde viendo el Zenit-Milan, un partido de altas expectativas, especialmente por parte de los rusos, cuya gran inversión debía coronar un plantel de por sí fuerte, conjuntado tras varios años jugando juntos y siendo parte esencial en la selección de Rusia. Para sorpresa generalizada, los rossoneri salieron a por todas en San Petersburgo, jugando como el titán que son pese a la evidente inferioridad de su plantel respecto a anteriores temporadas.
El equipo milanista dio un paso adelante apoyándose en el sensacional momento de forma de un El Shaarawy cuya progresión es evidente, habiéndose convertido ya pese a su juventud en el mejor y más importante de los suyos, algo que evidenció en el gol que anotó, pleno de jerarquía, potencia y calidad definitoria. El Zenit supo reaccionar a tiempo, igualando un 0-2 que les daba aire tras el traspiés de Málaga. Con toda la segunda parte por delante jugando en casa debía ser suficiente aliciente para voltear una situación que comenzaba a tornar en peligrosa. Pero no, por más que quiso Axel Witsel no pudo suplir como se esperaba al ‘rebelde’ Denisov. El Milan tuvo además la fortuna de retomar el mando con un tanto de Hubocan en propia meta a un cuarto de hora del final. Por más que lo intentó el Zenit ya no hubo manera, les ganaron la categoría y el saber estar de un Milan a cuyos jugadores el orgullo de vestir esa zamarra hizo crecer por encima de sus posibilidades para renacer cuando menos se los esperaba. E insisto, ojo con El Shaarawy.
En Do Dragão también el Porto fue más que el PSG de Carlo Ancelotti, ayer más conservador de lo que cabía esperar, con Pastore y un Lavezzi renqueante en el banco. Gameiro, héroe del fin de semana, también ocupó el banquillo, así como el zaguero brasileño Alex. ¿Estaba reservando a gente para el duelo ante OM del fin de semana? Me parece un pensamiento (mío) un poco tonto, pero a saber… el caso es que la magia de Ibra junto a un Verratti que crece día a día no fueron suficientes para detener a los lusos, que insistieron todo el encuentro hasta que James Rodríguez anotó un precioso gol con el interior para dejar sin reacción a los parisinos, para los que teóricamente no debería peligrar la clasificación, aunque si todas sus salidas son como la de anoche pueden pasarlo muy mal en Kiev, donde el Dinamo aún puede tener algo que decir en el grupo si no sale escaldado de su prometedor doble duelo ante el Porto.
Reus festeja con Pisczek el 0-1 parcial |
Habrá quien me siga en twitter y sea lector habitual del Café que esté pensando que le tengo manía al Manchester City. Nada más lejos de la realidad, aunque quizás sí cierta fijación con Roberto Mancini, al cual le achaco que desperdicie constantemente el abrumador poderío de una de las mejores plantillas del mundo, a la que a mi juicio está humillando en lo que va de competición. No haré un análisis exhaustivo ya que no vi el encuentro, pero si un amplio resumen que evidenció nuevamente el flan en que se convierten los citizens cuando un equipo le quita el balón y lo gestiona poblando su línea de flotación frente a su área. Para colmo, la ausencia de Javi García y el pésimo partido de Yaya Touré (sorprendente) propició un constante goteo de ocasiones del Borussia Dortmund que milagrosamente no se tradujo en una goleada de escándalo.
Cualquiera que haya oído hablar del poderío del Manchester City sin verlo regularmente y luego hubiera visto los encuentros de Champions que lleva disputado pensaría que son probablemente uno de los mayores bluffs en la historia de este deporte. ¿En serio juegan en ese equipo Touré, Silva, Dzeko, Agüero, Balotelli, Nasri, Kompany, etcétera? De no ser ayer por los postes (¡3!) y por un colosal Joe Hart probablemente el Borussia Dortmund hubiera anotado al menos 5 o 6 goles. No es ninguna exageración, quizá incluso me quede corto. Y lo peor es que se repitió en su propia casa un asedio similar al del Santiago Bernabéu, de donde Mancini debió salir con un saco pero se llevó una derrota épica en el descuento. Si, a veces el fútbol es injusto, y esta vez lo ha sido por mucho con Jürgen Klopp y los suyos.
En definitiva, si bien todos son clubes clásicos (unos más que otros) y todos ellos poseen títulos europeos, de un lado de sitúan los ‘nuevos ricos’ Zenit, PSG y Manchester City y del otro clásicos a los que supuestamente debían haber superado ayer dado el presunto potencial de unos y otros. La hegemonía continental no es algo que puedan comprar los billetes, algo que bien sabe un Abramovich que primero tuvo que ver como crecía durante años su Chelsea hasta convertirse en grande, entrando en un selecto club en el que esa magnitud te lleva en volandas a superar a tus poderosos rivales. Para rusos, franceses e ingleses aún falta muchísimo, aunque quizá estén en el camino. Luciano Spalletti, Carlo Ancelotti y Roberto Mancini comparten nacionalidad, apenas un dato, pero ¿curioso o definitivo? El tiempo lo dirá.
Comentarios
Ahora en serio. Me parece que a este tipo de proyectos se les critica de manera brutal cuando en realidad no distan nada de lo que hacen históricos como Madrid, Barcelona, Manchester United o Bayern Munich que también se gastan millonadas año sí año también pese a no venir de un status digamos "medio". No, ellos están ya instalados en ese oligopolio. ¿Tiene menos valor que gane un trofeo uno de estos equipos de "nuevos ricos" porque hayan hecho una inversión brutal en dos-tres años?¿solo tiene mérito fichar bien cuando uno no anda sobrado de pasta? Porque estas "altas esferas" pagan unos sobreprecios brutales (solo veamos este verano los casos de Modric, Song, Javi Martínez) ¿Recordamos la cantidad de proyectos que empezaron con un tipo llegando con un maletín de billetes y terminaron con el mismo tipo corriendo? Preguntémonos por Piterman, por ejemplo, o por Villalonga, el de Telefónica. Lo que sí es cierto es que a esta gente, que viene al fútbol a meter pasta que EN PARTE acaba salvando a otros equipos de la ruina, todo el mundo se siente legitimados a darles palos al primer empate. Y no lo digo por el post. Pero si yo algún día tengo 6000000 millones de euros, por ejemplo, tengo clarísimo que no invertía un duro en el fútbol comprando un club. Y esta gente sí que lo hace, como juego o como lo que sea, pero meten una burrada de pasta. Y no digo que sean hermanitas de la caridad ni merezcan eterna pleitesía, hablo de valorar las cosas en su justa medida, hablo (y no lo digo por ti, Domin, que eres bastante razonable) de ese "púlpito moral" basado en la menor capacidad económica desde el que algunos se dedican a rajar de este tipo de inversiones, porque al club históricamente "no le corresponde" ese estatus.
Incluso, desde el punto de vista puramente deportivo. ¿Es que no tiene mérito saber conjuntar un equipo de ESTRELLAS con mayúsculas, y hacerlas trabajar en común, sabiendo que ese brillo común va a conllevar que probablemente brillen menos como individuos?
Evidentemente, solo con dinero no se compra la gloria. Esa es parte de la gracia del deporte, pero no confundamos el respeto a los valores de superación, sacrificio, el progresar poco a poco, con la crítica al modelo de inversión. Como todo, ambos tendrán lados positivos y negativos.