Obrigado, camisa nº 10

Seedorf, el último ídolo de Botafogo

Él no lo sabía, pero el pasado 8 de Diciembre vistió la zamarra alvinegra de Botafogo por última vez. Como si fuera una señal del destino, cerró el partido con un último gol en el minuto 88 para sentenciar no solo el duelo ante Criciúma, sino también la ansiada clasificación a la Copa Libertadores 17 años después. Sinceramente, como seguidor de Botafogo tenía fe en su continuidad. Por ello cuando anteayer se produjo la destitución de Allegri ante la mala marcha del AC Milan temí que ello pudiera suponer la salida del holandés rumbo a la capital lombarda, como finalmente ha sucedido tras anunciar ayer su retirada del fútbol profesional.

Muchos otros cracks se marcharon antes de Botafogo, con más gloria y peso histórico, más legendarios y probablemente importantes en la institución, pero a ninguno de ellos pude disfrutarlo como a Seedorf, que siempre me ha dejado con ganas de más, ya fuera en el Ajax, en el Real Madrid o en el Inter, donde formó parte del flagrante traspaso a su rival ciudadano junto a Pirlo, cuyo efecto sobre ambas entidades es conocido de sobra.

Como decía, Seedorf no ha sido Garrincha, Jairzinho, Nílton Santos o Gérson. Él no ha vivido su plenitud en Río, más bien ha impartido lecciones de talento e inteligencia sobre el terreno de juego tanto con su calidad como con su inteligencia táctica. Apenas 18 meses, ¡pero qué meses! Mágico en todas sus vertientes, sonriente desde el primer momento. Trajo esperanza que con el tiempo se ha convertido en éxito. Cayó el Estadual Carioca y la 4ª plaza en el Brasileirao, muchos goles, alegría, espectáculo, aunque deja el anhelo de lo que podía haber sido su presencia en la Copa Libertadores, el mayor anhelo de la afición botafoguense al ser el único club del G12 que nunca ha disputado la final (todos los otros integrantes a excepción de Fluminense la ganaron).

Desde aquí como aficionado no me queda más que agradecerle por escuchar a su mujer, que se crió en Río y logró convencerle para fichar en verano de 2012 por Botafogo. Su año y medio ha sido magnífico. Ha cumplido con ilusión además de una tremenda profesionalidad, rindiendo a un alto nivel para elevar la categoría del equipo y así cumplir los ambiciosos objetivos propuestos. Además ha supuesto una gran alegría y satisfacción verle vestir la camisa alvinegra cada fin de semana, por eso le perdonamos que se vaya a Milán a progresar en un club que conoce a la perfección. Sabíamos que el día llegaría, que dolería, pero la verdad es que pensábamos que 2014 lo pasaría con nosotros soñando con la conquista de América.

Muito obrigado Clarence Seedorf, camisa nº 10 do Botafogo.