Lo que nos dejó la 1ª fase de la Copa América. Y lo que nos deparará.
Chile ante su gran reválida. |
Anoche tocó a su fin una fase de grupos de la Copa América bonita, realmente igualada y con más sorpresas de las que cabía esperar. Quizá la única 'decepción' fue la caída de Venezuela así como de Ecuador, de cuya participación se esperaba más toda vez que se ha convertido en habitual en los Mundiales con el cambio de siglo.
El Grupo A cumplió el guión esperado respecto a su gran favorito. Chile no decepcionó, logrando 7 de los 9 puntos en juego, costándole de inicio superar a Ecuador (aunque acabaron lográndolo bien), igualando en un encuentro loco ante México en lo que supone una advertencia, para finalizar goleando a Bolivia en una victoria tan balsámica como necesaria para acabar de despegar. ¿Se les puede considerar los grandes favoritos? Por lo pronto, son los que están más en forma, y jugar en casa supone un gran aliciente para romper esa maldición histórica que dice que jamás han ganado nada. Alexis Sánchez, Arturo Vidal, el Mago Valdivia, Charles Aránguiz, Claudio Bravo, Gary Medel... son argumentos de peso para pensar que pueden lograrlo.
El segundo puesto fue sorprendentemente para Bolivia, que pese a encajar una manita el último día ya estaba clasificada y deja una grata impresión hasta el momento. Repartieron puntos ante México para desnudar posteriormente las carencias de Ecuador en un primer tiempo glorioso. Ello les ha valido el pase a los Chumacero, Marcelo Moreno, Raldes y compañía, un grupo ilusionado que no tiene presión ni nada que perder, pero sí la frescura y mentalidad para seguir dando sustos.
En el Grupo B se ubica la otra selección capaz de sumar 7 unidades, una Argentina que domina pero no acaba de explotar ya que les cuesta una barbaridad matar los partidos. Todo ello pese al enorme potencial ofensivo del que gozan (así como infinidad de recursos en el banquillo). Se adelantaron 2-0 ante Paraguay pero los guaranís les igualaron en un gran final; aprendieron de ello, derrotando por la mínima tanto a Uruguay como a Jamaica, sin encajar más goles, si bien ante los caribeños se esperaba que por fin llegasen más gritos de gol.
Segunda e igualmente invicta ha sido Paraguay, que con Ramón Díaz en el banco ha mostrado una evidente recuperación respecto a las eliminatorias para Brasil 2014. Vuelven a ser un grupo rocoso, competitivo, capaz de embarrarle el partido a su rival y de aprovechar con inteligencia sus llegadas. Por lo pronto ni la actual subcampeona mundial ni los vigentes campeones continentales han podido con ellos, un trago amargo para todo el que lo encuentre de ahora en adelante.
Tercera ha sido una Uruguay que ha bajado el tono respecto a sus gloriosos 2010-2011, lógico ante el cambio generacional. Pero ojo, siguen siendo altamente competitivos, pudiendo comerse a cualquiera los Cavani, Giménez o Arévalo Ríos, columna vertebral de un conjunto que quiere seguir dando guerra pese a su perfil más bajo respecto a otras ocasiones.
Finalmente el Grupo C ha sido el más igualado hasta el final, contando todos con posibilidades de avanzar no solo en base a su calidad, si no también dado el estado inestable de sus adversarios. Perú y Colombia firmaron un empate sin goles con la esperanza de que a ambos les sirviera, como finalmente acabó sucediendo. Los Incas frenaron con oficio a una selección cafetera más necesitada, ya que su escaso bagaje goleador podía eliminarles en función de lo que ocurriera en el choque entre brasileños y venezolanos. Luego, la verdeamarelha ganó 2-1 (Thiago Silva y Roberto Firmino), aguando el proyecto vinotinto, que semifinalista en la anterior edición, ha desaprovechado una buena oportunidad de reafirmarse en su crecimiento. Igualmente, los tres clasificados dejan muchas dudas, si bien todos ellos tienen potencial para llegar lejos, siendo incluso muy probable que más de uno acceda a semifinales.
Los cuartos de final serán los siguientes (los horarios son locales de Chile):
Todos los duelos tienen grandes alicientes. Por un lado, el local con el camino abierto para regresar a una final continental tras casi tres décadas, siendo su asignatura pendiente lograr por fin un título. Su espectacular generación augura que puede ser el momento, aunque enfrente estará una Uruguay batida en mil batallas, que llega silenciosa pero es capaz de romper los pronósticos como tantas veces ha hecho. No por nada son los vigentes campeones, apearon el año pasado del Mundial a Italia e Inglaterra y jugaron semifinales en Sudáfrica 2010. Quizá el peor enemigo que podía tener La Roja (la auténtica). El que pase se batirá en semifinales con el vencedor del Bolivia-Perú, una excelente oportunidad para ambos de completar un buen torneo, y quien sabe si de plantarse en la final. Los peruanos se han mostrado como un bloque más conservador de lo habitual, muy difícil de batir y seguros atrás, aunque arriba, que es donde poseen mayor potencial, aún no lo explotaron. 40 años después de su último título (y presencia en una final) ya les toca reverdecer laureles. Les hará oposición La Verde boliviana, un conjunto alegre y sin presión que no supera esta ronda desde 1997, cuando fueron subcampeones ante Brasil.
Teóricamente el duelo de mayor tronío será el que choque a Colombia con Argentina. Los cafeteros están dejando una impresión más pobre de la esperada, con muchos fogonazos, demostrando que son capaces de lo mejor pero también mostrando bastante indefinición en su juego. Pueden ser campeones perfectamente, pero su torneo indica lo contrario. Eso sí, hasta ahora su único triunfo llegó ante Brasil, un serio aviso para Argentina, en la que aún se espera lo mejor de su amplia gama de atacantes. Messi está jugando a un nivel correcto, pero no al superlativo que ha mostrado recientemente con su club. Agüero tampoco está en su mejor forma, viniendo Di María de un año irregular. Pero bien asociados, los tres pueden destrozar a cualquiera, con el excelente comodín que representa un Tévez que inexplicablemente ha jugado muy poco. El vencedor esperará lo que suceda con el Brasil-Paraguay, toda vez que los hombres de Dunga carecerán de su mejor arma, estando por ver cómo responden ante el (de nuevo) exigente combinado guaraní de Ramón Díaz.
Lo bueno es que desde el miércoles gozaremos de unas eliminatorias apasionantes en busca del cetro sudamericano. Lo único malo es la espera, pero dado el cartel merecerá la pena.
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