Centoanni nerazzurro: historia de un amor inexplicable

Hoy 9 de marzo de 2008 es el Centenario del F.C.Internazionale Milano, al que popularmente conocemos como Inter de Milán, y este modesto blogger, reconocido tifoso nerazzurro, quiere rendirles un humilde homenaje distinto a los que el club interista está recibiendo estos días. No creo que me salga algo tan maravilloso como lo que hicieron ayer en Forza Calcio (gracias Christian), pero intentaré hacer algo decente.

Particularmente, hablaré de cómo me enamoré de un equipo, unos colores y una institución tan extraños, en ocasiones tan contradictorios a mi forma de entender el fútbol, aunque ya se sabe que en esto del amor los polos opuestos se atraen. Todo comenzó el 5 de mayo de 1997, cuando un espectacular gol del francés de origen armenio Youri Djorkaeff (ver vídeo abajo) me enloqueció. Tal belleza y plasticidad aunadas a una gran dificultad me fascinaron. Era un gol casi imposible, una estampa casi inimaginable. Así, en plena adolescencia, el gran mediapunta francés me hechizó convirtiéndose desde aquel momento en mi ídolo futbolístico.

Desde ese instante comencé a seguir su trayectoria, y claro, también la de su equipo, casualmente el Inter. Poco a poco me fue atrayendo más el equipo milanés, que poseía una plantilla con mucha calidad donde destacaban Nwanko Kanu, Zamorano, Paul Ince, Aaron Winter, Bergomi, Pagliuca o Javier Zanetti entre otros. Además, su historia, los colores, la tradición, el estadio… todo me sedujo, incluso la aureola de falso perdedor, de tercero en discordia a la sombra del Milan de Berlusconi y la Juventus de los Agnelli.

Con el paso de los meses mi afición nerazzurra se fue afianzando, algo a lo que ayudaron la llegada de Ronaldo, la Copa de la UEFA lograda ante la Lazio y especialmente la pérdida en “extrañas circunstancias” del Scudetto del 98. A partir de ese momento supe que sería interista para siempre. Incluso, he tenido la ocasión de visitar el imponente San Siro dos veces en los últimos meses aunque con suerte dispar, ya que la primera coincidió con una triste efeméride aunque a la segunda fue la vencida, pudiendo presenciar el Inter - Livorno.

Luego, los años me han traído más decepciones que alegrías, he de admitirlo, pero también hubieron buenos momentos que hicieron que de verdad mereciera la pena. Aunque a decir verdad, el gran momento de los últimos años para este Inter llegará el próximo martes, cuando intente hacer la machada de remontarle al Liverpool la buena ventaja que estos traen de Inglaterra. Ese será hasta ahora el gran partido del Centenario, el que nos permitirá a los interistas seguir soñando con traer de vuelta la Copa de Europa más de 40 años después.