Polémica y pasión desbordada en el final de la liga iraní
Ayer Fiebre Maldini, el excelente programa que dirige Julio Maldonado nos ponía sobre la pista del desenlace de la Premier Iraní con un interesante vídeo que resumía los mejores momentos de la última jornada, en la que Persépolis (Piroozi) y Sepahan, únicos aspirantes al título, se enfrentaban entre sí en el Estadio Azadi, hogar del primero de los mencionados que mejoraba un aspecto envidiable, con los 90.000 asientos ocupados (oficiosamente se comenta que llegaron a albergar a 110.000 espectadores) apoyando al equipo de Teherán.
El partido, denominado como final pues tenía carácter de ello para ambos contendientes, suponía todo un acontecimiento nacional ya enfrentaba a los mejores equipos del país, pues si bien el Sepahan disputó el último Mundial de Clubes (eso si, en calidad de subcampeón asiático), su rival pretendía recuperar el terreno perdido en años anteriores, ya que no obtenía el campeonato desde 2002.
Para añadirle más morbo, ambos equipos llegaban a la instancia final arrastrando sanciones interpuestas por la federación iraní y la FIFA. El Sepahan vio como perdía 3 puntos por los tristes incidentes acaecidos el pasado 31 diciembre, precisamente en el duelo que los enfrentó en la primera vuelta, cuando un agente de seguridad resultó gravemente herido por culpa de la pirotecnia empleada por alguno de los aficionados del equipo. Por su parte, el Persépolis había sido sancionado con 6 puntos menos por la FIFA debido a las deudas contraídas con algunos de sus empleados y con otros clubes.
Expuesto el panorama, ambos encabezaban la tabla con ligera ventaja para el Sepahan, al que le valía el empate para campeonar. La importancia del duelo se palpaba en cada jugada, pues el más mínimo error podía condenar el trabajo realizado durante toda la campaña, aunque no tardaría demasiado en adelantarse el conjunto capitalino merced a un tanto de Mohsen Khaili a los 17 minutos. Cuando el primer tiempo se acercaba a su fin, Ehsan Haj Safi aprovechó el gran pase de Hossein Kazemi para batir al portero en su salida y devolver el empate al marcador.
Ya en la segunda mitad ambos equipos gozaron de ocasiones para desnivelar la contienda, con el Persépolis volcándose cada vez más en pos del gol que les diese el título. Y llegaría, no sin polémica, pues el árbitro estiró a 7 los minutos descuento, y fue durante el 96’ cuando una tras una falta en la frontal y una serie de rebotes el defensa Sepehr Heidari anotaría de cabeza el 2-1 que hacía reventar de alegría las gradas del estadio Azadi.
Ya no quedaba tiempo para la reacción, por lo que un minuto después el Sepahan se quedaba a las puertas de su segundo título de campeón nacional mientras el Persépolis sumaba su 8º entorchado, siendo el equipo que más veces ha logrado imponerse en el torneo de la regularidad.
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