Un dia aprovechado

Ante mi presencia, todos agachan la testa” (Before my presence, all they bend the head)

Cinceladas sobre el frío metal, las doradas letras entrelazadas con una barroca hojarasca, formaban un adornado arco sobre la pequeña entrada posterior del estadio de los Piratas, la usada por los equipos en su llegada al campo.

Nunca se supo si el desconocido artista pretendió mostrar con su obra la futilidad de las pasiones humanas, dando una cura de humildad a los espíritus demasiado orgullosos, o por el contrario deseaba, desde el mismo recibimiento, crear en los rivales una sensación de inferioridad. Lo cierto, es que fuera una u otra razón, el adagio se cumplia generalmente, y es que la colocación del artefacto (exactamente a 1,51 metros sobre el nivel del enladrillado suelo) no dejaba demasiadas opciones, o inclinarse o descabezarse…

Y fue por allí donde Gary, casi de rodillas (mitad por su elevada estatura, mitad por la devoción que sentía) penetro en el mágico mundo interior de su equipo, para conocer esa desconocida parte del fútbol tras la cámara y el césped.

Hincha acérrimo del Garding United, discreto conjunto que solía deambular por el limbo de las conferencias inglesas(lejos del oropel de la fama de la football league, pero por encima de los miles de anónimos equipos que pueblan los estadios ingleses los fines de semana), había sido agraciado, en un sorteo celebrado el ultimo partido jugado en casa, en “The Pigsty”, patrocinado por la cervecera local(de la cual también, todo hay que decirlo, era furibundo seguidor), con el premio de poder disfrutar de un día en la vida del club, desde dentro.

Y bien, lo que para muchos no seria gran cosa, fue para el la mejor experiencia de su vida. Fue pasando de oficina en oficina, del despacho del presidente al vestuario de jugadores, recorriendo los añejos pasillos del recinto, fotografiando mentalmente los recuerdos colgados de las paredes. Conoció al mister, un viejo jugador de los saints retirado no hacia demasiado, se hizo firmar autógrafos con media plantilla, se sentó con gozo en el banquillo local. Como no podía ser de otra forma, acabo la visita en el pequeño museo de la entidad, poco mas que unas pequeñas habitaciones, que conocía como la palma de la mano, pero que jamás se cansaba de visitar, rememorando las pequeñas hazañas y anécdotas de su club. Allí estaba la copa del condado, ganada en los albores de siglo, en dura pugna con sus rivales históricos del Garding City, en una de sus vitrinas se explicaba la historia de su camiseta, color Burdeos (claret, como lo llaman en Inglaterra), en homenaje a la catástrofe de Superga, la tumba del torino campeón. En otra parte, aparecía el celebre “Pirata”, apodo del equipo, debido a su hermanamiento con el Bristol Rovers. Pero sin duda la joya de la corona, la que le hacia babear en cada ocasión que su vista se dirigía en esa dirección, era la instantánea de la alineación titular en la tercera ronda de la Cup del 50, nombres míticos, que conocía de memoria, Wilcox, O´malley, Wilson, davids, scott, grant, stuart, bradley, fritzroy, gordon y por supuesto, Dylan, el autor del gol, que les permitió derrotar al todopoderoso Manchester( al city, para ser precisos).

Lastima que toda esa gloria fuera desconocida para el gran público, se lamentaba Gary cada vez que acudía a estas salas. De hecho, el otro único ocupante de las mismas, era un muchachote extranjero (de Spain, le explico al presentarse) de desordenados cabellos (debe ser la moda en su país, pensó Gary, ya se sabe que estos sudamericanos son algo temperamentales) que cámara en ristre, se dedicaba a inmortalizar para la posteridad su visita al santuario del United. Orgulloso de ello, Gary se autonombro cicerone del desafortunado turista, que solo podía asentir a las desmañadas explicaciones del improvisado guía, dadas con mas ilusión que experiencia.

-Goodbye Shimo (tal era al parecer el nombre del susodicho, si es que son raros estos latinos)- se despidió por fin, dejando libre al pobre visitante.

Para culminar la jornada, Gary se dejo caer en el pub más cercano al estadio, esperando refrescarse con un par o tres de pintas de cerveza.

Más, cuando se estaba acomodando, en un rincón del local le pareció reconocer a alguien. Si, seguro, se trataba de Ralph the Rat, el utillero, encargado del campo y tantas cosas mas, una autentica reliquia viviente de la entidad, al que había visto varias veces durante su recorrido(y es que siempre estaba ahí, haciendo algo). Así que pidiéndole permiso para invitarle y sentarse a su lado, se arrellanó junto a el.

Comenzaron a hablar, o mejor dicho, hablo Gary, muy excitado (futbolísticamente), y deseoso de comentar a alguien lo genial de todo, y lo grande de su equipo.

Pero…Ralph, hombre conocido por sus silencios, más que por sus palabras, abrió la boca, cortándole en seco:

-Mira chaval, creo que de la misa solo sabes la mitad. Lo que te voy a contar ahora, sobre nuestro equipo, es algo que solo los iniciados conocen…y creo que te mereces saberlo, pero ya sabes, chiton, ni una palabra a nadie.

Gary, pasmado, solo pudo afirmar, mientras su contertulio empezaba a desgranar la oscura, desconocida y verdadera historia del club de sus amores.

-Lo primero, quítate de la cabeza esa estupidez de que nuestros colores se deben al Torino. Tú no conociste al equipo de aquel entonces, la mayor panda de borrachos que dio tumbos por un césped hasta la llegada de Gascoigne. Eso si, borrachos finos, nada de simples cervezas, lo suyo era el Burdeos, menudas cogorzas cogian antes de los partidos los muy cabrones…y ya sabes, antes teníamos camiseta blanca, con lo que los manchurrones de vino que les caían encima se notaban tela…el presidente de entonces, el viejo Dick estaba hasta los mismísimos, así que un día bajo al vestuario llevando un montón de casacas nuevas, y les dijo que como jodidas cubas que eran, iban a ir vestidos de vino, que al menos disimulaba algo la cosa.

-Pero espera, que hay mas-prosiguió, antes de que Gary pudiera replicar- que ahora viene lo de la eliminatoria de copa contra el City. Esos chicos tenían por entonces un buen equipo, pero…no tenían tan buen saque como los nuestros. Supongo que el árbitro del partido debió notar algo, porque lo cierto es que el terreno apestaba a alcohol. Creo que la idea de regalarles unas botellitas de whisky antes del partido partió de Dylan, ese pequeño bastardo era único para ideal perrerías de ese tipo. Y si, si que era pequeño, exactamente 1,50. A el fue a quien se le ocurrió lo del arco de entrada, el descuernador, que le decían, lo regalo al club el día de su retirada, el muy hijoputa tenia un sentido del humor realmente malévolo. Ah, y ahora voy con lo de hacernos llamar piratas, que tiene miga…

Dos horas después, Gary estaba aun en el pub, solo, tomando su cerveza melancólicamente. En media hora, todo sus mitos habían caído al suelo, sus convicciones mas profundas se tambaleaban, su fe, hasta entonces incólume, parecía destinada a sucumbir.

Pero no, tras mucho meditar, el y su conciencia, habían decidido que ninguna de las revelaciones del día podían empañar en lo mas mínimo su amor por el club, ni la grandeza del mismo. Eso si, sabia que a partir de ahora, tenía que dar un giro radical a su vida, un cambio fundamental se iba a producir. Y este era el mejor momento.

Dejando la jarra de cerveza al lado, llamo al camarero, y dijo:

-Una copa de Burdeos, por favor.

Comentarios

chimoeneas ha dicho que…
bonito cuento y gracias por la referencia! (es mi primera intervención en literatura... lo mismo paso a ser un personaje clásico).
el tema es lo que siempre pasa en la historia: la leyenda y el mito siempre están mucho más allá que la realidad. luego hay que decidir si buscar esa "verdad" más austera o quedarse con la belleza y comodidad del mito
Carlos Pérez ha dicho que…
simplemente genial
Estoja ha dicho que…
Buenísimo.
Martín ha dicho que…
@Estoja:

Como mi autonombrado asesor en temas austriacos(y de traduccion del aleman), te paso un enlace que encontre sobre el Admira(creo que tiene que ver con lo que me comentaste hace un tiempo).

http://www.laola1.at/135+M54eb50263c3.html

¿se trataria de unir el Admira con el ASK Schwadorf(un segunda austriaco) y llamarlo Trenkwalder Admira" (lo de Trenkwalder creo que es el nombre del tio que pretende hacer esto)?

La verdad, si esto significa por un lado ascender, y por el otro mantener el nombre...adelante, total, con la cantidad de fusiones que lleva el equipo detras, una mas...

Un saludo
Mauricio ha dicho que…
tremendo. A ese personaje, el Shimo, lo he visto en algún lugar, pero no recuerdo donde jejej

Entradas populares de este blog

Mapa futbolistico de Inglaterra

Clubes con dos padres...(de segunda)

Gracias, Ernesto