El oso, los cazadores y los peleteros

Cuando el domingo pasado Italia y Egipto veían a la selección estadounidense pasar a las semifinales de la Confecup, más de uno dio por hecho el pase del combinado español a la final, es más, en alguna radio se llegó a calificar el partido de semifinales como un entrenamiento con público.

El refranero español es tan rico que no nos falla tampoco en esta ocasión. Obviamente no hay que ser un lince para sacar el refrán de " Vender la piel del oso antes de cazarlo".

Pero en ese proceso intervienen muchos factores.

En primer lugar, por si a alguien se le pasa, el oso. Estados Unidos pese a que nunca ha tenido una selección entre las que se suelen señalar como candidatas, lleva estando presente en competiciones internacionales desde el mundial de Italia 90. Algo tendrán para haber logrado algo así. No son unos prodigios de la técnica (aún) pero tienen una preparación física estupenda, amén de un rigor táctico que les permite, en situaciones como ayer, no solo salir airosos sino dar una muy buena imagen ante el resto del mundo y ante sus propios compatriotas. Qué mejor escaparate para el desarrollo del deporte en aquel país que una selección que llame la atención.

Vayamos ahora con los cazadores del oso. Nuestro conjunto nacional. Tras tres partidos en la fase de grupos bastante desiguales, afrontaban el primer partido serio de la competición. Y fallaron. Durante los primeros minutos, parecía que efectivamente se estaban tomando el partido como un entrenamiento. Poca intensidad, poca circulación del balón, poco remate a puerta. No cuenten los tiros por encima del arco como remates a puerta. Después llegó el gol de EEUU, un gol que refleja a la perfección el nivel de los nuestros en el partido de ayer. Un balón perdido donde NUNCA se puede perder, en la zona de construcción, una defensa absolutamente descolocada y un fallo individual de marcaje, fue Capdevila como pudo haber sido de cualquier otro. No hay más que ver a Ramos en el segundo gol. Un error que puedo firmar yo en una pachanga con mis amigos, no un internacional en una semifinal. En mi opinión ayer España ayer cometió dos errores, el primero, dejar a Xabi Alonso solo en el centro del campo cuando practicamente todos sabemos que no es un mediocentro destructor. El segundo, olvidarse totalmente de nuestras virtudes como conjunto.Cierto que faltaban algunos componentes del éxito del verano pasado (Iniesta, Senna, Silva) pero una cosa es que dos violinistas se constipen y otra que se nos olvide la partitura.
En cierto sentido el partido de ayer pudo ser la final de Champions que hubiera deseado el Manchester United, hacer que el Barcelona entrara en su juego y se olvidara de su propuesta. España demostró ayer (y en los dos choques anteriores frente a Irak y Sudáfrica) que aún pudiendo ser mortal con el arabesco, en cuanto se mueve por otros terrenos menos poéticos pierde efectividad, y por qué no decirlo, crédito.

Y fnalmente llegamos a los peleteros, los que nos venden la piel cada día desde televisiones, radios, etc..si hay algo que la historia nos ha enseñado repetidamente, es que nunca puede darse nada por supuesto, sobre todo en el fútbol. Sobre todo en lo que concierne a nuestra Selección. Ayer mi amiga Paula lo resumía en una frase, que aún no he oido ni leído en ningún medio profesional. Parece que como hemos ganado una vez una cosa, ya somos los campeones absolutos. Y eso no es así. La Eurocopa del verano pasado fue todo un éxito que puede suponer dos cosas: o un islote en el océano o el comienzo de algo grande.

Supongo que para que se convierta en lo segundo, habrá que aprender de los errores. Para empezar, sin vender la piel del oso antes de cazarlo.