Vivir del espejismo
A menudo leemos que estamos viviendo la edad de oro del fútbol español.En otras partes, se dice que "en España es donde se practica mejor fútbol". Ni mencionemos a ciertos sectores patrioteros (no se si patriotas) tanto de la prensa tradicional (radio, televisión y prensa en papel) como de internet, que parecen mirar primero el caché, la historia y/o la nacionalidad del club que caiga en la "desgracia" de medirse a un combinado con sede en nuestro país.
Todo estas opiniones, tan respetables como otras, parecen venir respaldadas por algunos acontecimientos de nuestro pasado más reciente. Si tomáramos como referencias las últimas actuaciones en grandes torneos por parte tanto del combinado nacional absoluto como de las selecciones juveniles, o los torneos de clubes europeos de los últimos años (2 Champions League y Supercopas Europeas del Barcelona, Europa League y Supercopa Europea del Atlético, un Real Madrid semifinalista de Champions en el pasado año), encontraríamos argumentos más que favorables para sostener dicha afirmación.
Pero esto, obviamente, resulta de quedarse solamente con la cara de la moneda, con la parte bonita del cuento, o con la metáfora que cada cual quiera elegir. El otro día me sorprendí a mi mismo pensando en la última vez en que los cuatro equipos españoles que disputan Champions salieron victoriosos en la misma jornada, independientemente del rival de cada uno. Esa circunstancia no se ha dado este año tras tres jornadas disputadas, de hecho, ni Valencia ni Villareal han conseguido en la presente edición ni una sola victoria habiéndose disputado la mitad de la fase de grupos. No tomen este dato como un ataque a esos dos clubes, nada más lejos de la realidad. En la edición del año pasado, en la que solo contamos con tres representantes, (tras caer el Sevilla en la ronda previa frente al Sporting de Braga al que también muchos dieron por fulminado antes de que se encendieran los focos de los estadios) si la memoria no falla, tampoco se produjo esta situación en más de una ocasión. Insistimos, no tomen esto como una crítica a esos clubes o esos jugadores. Esta opinión intenta ir algo más allá.
Tómenlo, si lo desean, como un ataque al "Etnocentrismo futbolístico" que ya hemos "denunciado" en más de una ocasión tanto aqui en el Café como en otros blogs de carácter futbolístico, y que padecemos en el fútbol español desde que comenzaron a llegar en color las Champions, Uefas, Europa League, Supercopas y, por supuesto, Eurocopa y Mundial. Tampoco deberíamos pensar que este artículo trata de vivir acomplejados frente a referencias del exterior, como podría llegar a pensarse que ocurría en épocas no tan lejanas. Pero de ahi al punto actual en el que parecemos habernos instalado, existe un trecho bastante grande. Vemos cómo casi constantemente se llega a mirar con desdén a cualquier escuadra que ose enfrentarse a "nuestros muchachos" y que no se encuentre entre el manojo de Chelsea, Manchester United, Manchester City, Bayern de Munich. Ejemplos de estos hay muchos, sin necesidad de bucear en las hemerotecas. Si el Villareal se cruza el año pasado con un Oporto convertido en apisonadora en competición local y europea, no se duda en colocar el cartel de "favorito" al conjunto castellonense. Si el Valencia se cruza con el Schalke 04 en octavos de UCL, nos felicitamos todos y empezamos a encargar el confeti.
En el mismo sentido, aunque desde una perspectiva que de manera eufemística podríamos denominar "negativa" (chovinista más bien) convertimos en criticable la presencia de equipos alejados de lo que la gran mayoría considera ese mainstream internacional. "Nos deslucen la competición!" parecemos querer decir, como el nuevo rico que se queja por tener que aguantar atascos pese a su Audi recién estrenado. Y esto no solo ocurre con los profesionales y con los periodistas que les rodean; Esa postura de "nuevo rico" cada vez la encarnamos con más frecuencia los propios aficionados. Y nosotros también somos parte de esto, y como parte, también somos criticables.
Es curioso como al oir "conversaciones de bar" se reproducen estos topicazos y ese doble rasero del que en tantas ocasiones se puede llegar a acusar a la prensa. Un ejemplo gráfico, vivido en primera persona. Lunes, 11 de la mañana, Real Madrid ha goleado al Real Betis y el FC Barcelona al Racing de Santander. Se escucha: "es que hay mucha diferencia entre ellos dos y el resto de la liga". Esta mañana, 11 am, tras sendas victorias europeas de culés y blancos, escucho a la misma persona "es que hay cada equipo en la Champions que en la liga no haría nada...". Es curioso el matiz que introduce el sujeto "observado". Primero, obvia a Valencia y Villareal. Segundo, en la competición doméstica, el resultado parece deberse a diferencias entre merengues, culés y "resto del mundo". En competición internacional, según podría deducirse de las palabras del caballero, hay un nivel menor que en la "mejor liga del mundo"; sí, en esa (esta) en la que en realidad podríamos apostar por hacernos un tatuaje cada vez que esos dos conjuntos consiguen vencer por menos de dos goles sin temor de acabar pareciendo el protagonista de Memento.
El fútbol español de clubes, dentro de lo que cabe, creo que goza de una buena posición en el contexto europeo deportivo desde hace unos años, pero nos engañaríamos a nosotros mismos si pensáramos que cualquiera de nuestros clubes goza de una capacidad competitiva superlativa frente a los demás, como ocurre con sus, esos dos, "aventajados". ¿Supone esto una crítica al resto de entidades futbolísticas? No, supondría aceptar la posición propia para poder conocer con qué ventajas contamos y con qué limitaciones. ¿Supone algún tipo de trauma para el aficionado? desde luego creo que no. Al menos no uno mayor que el que se podría generar cuando uno es persuadido de que el camino es pan comido y después se encuentra con que no solo es sinuoso, sino que está poblado de trampas
No creo que el sujeto mencionado antes sea el único "forofo" que piense así. Quizá los raros seamos los que pensamos de manera distinta a esa. De hecho, me atrevería a señalarlo como casi parte del "pensamiento oficial" de nuestros días, a la misma altura de la defensa a ultranza del "tikitaka", convertida en tantas ocasiones en desprecio de otras propuestas, o la "demonización" del periodismo deportivo. Y tomar todas estas cuestiones como dogmas suponen ignorar una parte, gigantesca, de la realidad. Ni los clubes españoles son tan dominantes en el fútbol europeo, ni el "tikitaka" es el maná caido del cielo ni todos los periodistas deportivos son Goebbels con un portátil bajo el brazo.
Probablemente, se trate de una cuestión de "economía cognitiva" por parte de nosotros (los aficionados) junto a la necesidad de vender optimismo por parte de clubes y prensa, pero tiene poco sentido que sigamos viviendo en un espejismo alimentado por los exitos de la Selección Española y por el poderío de dos clubes, mientras la tozuda realidad se empeña en decirnos, una y otra vez, que a la hora de competir nunca conviene cantar victoria antes de tiempo, y que no hay mejor atajo para el fracaso que menospreciar a un competidor.
Comentarios
A nivel de clubs está claro que Madrid y Barcelona están varios peldaños por el encima del resto en España y de la mayoría de clubs europeos, pero el resto de equipos españoles sufren cuando juegan contra un buen equipo europeo, solo hay que ver los resultados en Europa de estas 2 últimas temporadas.
Ya no digamos el poco respeto que se tiene por equipos de ligas digamos menores, que parecen que son de liga municipal para algunos.
El gran nivel de la selección, Barca o Madrid no debe confundirnos, el resto de equipos españoles han bajado su nivel.