La eclosión Emmanuel Clottey
Emmanuel Atukwei
Clottey (Accra,
Ghana, 1987). Seguramente el nombre no le diga nada, como a mí tampoco
me lo decía hace unos pocos meses. Varias son las competiciones que me cautivan
por su exotismo e imprevisibilidad cada año, y entre ellas ocupa un lugar
privilegiado la Champions League Africana, de cuya fase final hemos comentado
en el Café ambas jornadas disputadas. Pero ya desde sus eliminatorias previas
comenzaron a llamar la atención los resultados de un equipo cuyo puntal era un
delantero goleador desconocido para el gran público, como la inmensa mayoría de
jugadores que se desempeñan en el continente africano. Obviamente, me refería a
Clottey, máximo goleador en solitario de la fase de clasificación con 6 dianas.
“Honestamente, no es para
tanto”, pensé. Ni eran números estratosféricos ni su edad invitaba a pensar en
ningún fenómeno, más bien en una buena racha puntual. Pero también es cierto
que ni yo lo había visto jugar hasta entonces, ni todos los cracks se destapan
desde una edad temprana, aunque a sus 24 años su trayectoria ha tenido más
altibajos de los que cabría esperar. A los 16, tras debutar con la selección
ghanesa sub 20 pasó del Mighty Victory SC al Accra Great Olympics, donde debutó
como profesional, llegando a proclamarse máximo goleador de la Premiership de
Ghana con 14 goles aún siendo un chaval.
Su rápido despegue le llevó muy
pronto a Europa, una apuesta arriesgada que no le salió bien por múltiples
factores. Primero llegó al Wacker Innsbruck austríaco, donde apenas jugó cinco
partidos sin llegar a anotar. De ahí pasó al Odense danés, donde no llegó a
jugar ni un solo choque, regresando a casa para enrolarse en el Eleven Wise
Sekondi. Y si la temporada anterior había sido frustrante, su paso por el Tema
Youth no sería menos, ya que una irregularidad en su traspaso le obligó a
permanecer un año inhabilitado.
Lo que prometía ser una
carrera espectacular se apagaba poco a poco en un camino pedregoso que ponía a
prueba constantemente la voluntad del joven jugador. Hasta que su suerte
cambió. Hace dos años el BerekumChelsea llamó a su puerta, y una vez cumplida la sanción federativa
Emmanuel Clottey se dio una nueva oportunidad. Tras obtener la liga ghanesa en
2011, en febrero comenzaron a disputar las eliminatorias de clasificación a la
Champions League africana. Primero dejaron por el camino al LISCR liberiano,
pasando posteriormente por encima del Raja Casablanca marroquí, al que
endosaron una manita en un histórico partido de ida en el que Clottey logró un
hat-trick. Ya en la última ronda, otro ilustre, el Cotonsport camerunés, sería
víctima de la voracidad del punta, autor de un tanto a la postre decisivo para
clasificarse a la liguilla.
Ahí despertó mi curiosidad por
un club desconocido cuyo ariete se había erigido en máximo goleador de las
eliminatorias con 6 dianas en otros tantos partidos. Para confirmar los buenos
augurios, la primera jornada trajo una trabajada victoria con remontada
incluida sobre el potente Zamalek egipcio, ante el que Clottey firmó un nuevo
triplete. ¿Estábamos asistiendo al nacimiento de una nueva estrella?
Me convencí de que si el
pasado domingo. El Berekum Chelsea visitaba al TP Mazembe Englebert, campeón en
2009 y 2010, piedra de toque lo suficientemente buena como para valorarle. Los
congoleños se pusieron 2-0 arriba en el marcador, pero Clottey consiguió
recortar distancias. En un momento crítico del partido, con su equipo
necesitado del empate que culmine la remontada en casa del que quizá sea el
mejor club del continente, recibe el balón, avanza firmemente, encara con
tranquilidad a su oponente y lo recorta hacia la pierna “mala”. Todos lo daban
por diestro cerrado, pero su zurdazo, preciso y colocado, elevó las tablas al
marcador y a él al cielo.
El gol me maravilló. He visto centenares
así en mi vida, no debería haberme sorprendido, pero lo hizo. Fue su quinto
tanto en dos choques, una media que seguramente se reducirá a medida que
avancen los partidos. El punto es si será suficiente su solitaria aunque
impresionante aportación para lograr clasificarse a semifinales.
No quería acabar sin
establecer una comparación. Tomando como ejemplo a Didier Drogba, éste no
comenzó a destacar hasta la campaña 2002/03 en el Guingamp, donde ya a sus 25
años logró 17 tantos en 34 encuentros de la Ligue 1. Su espectacular temporada
siguiente en el Olympique de Marsella le abrió las puertas del Chelsea, donde
su gloriosa historia es por todos conocida.
Con ello no pretendo
establecer un parangón tipo “el nuevo Drogba”, por falsa y por injusta para
Clottey (y no digamos para el gran Didier), cuya carrera puede ir por otros
derroteros y probablemente nunca alcance las cotas del marfileño, establecido
ya como uno de los mejores jugadores africanos de la historia, aunque creo que
el dato de la edad corrobora que aún está a tiempo de llegar a hacer algo
verdaderamente importante en el fútbol de primer nivel si sigue su progresión.
Ojalá se atreva a dar el paso
de nuevo, esta vez para triunfar en el Viejo Continente. Antes, una nueva
reválida le espera el próximo sábado 4 de agosto cuando visite El Cairo para el
choque contra Al Ahly, seguramente el mejor escenario continental ante el club
más grande de África.
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