Luciano Vietto, mejor imposible
Un partido de Racing Club jamás te deja indiferente. Ya sea por sus míticos descalabros, por su pasión incomparable que le lleva por los más diversos derroteros futbolísticos, por las decisiones de Zubeldía, por remontadas imposibles o por dejar ir la victoria más sencilla del mundo. No, no existe partido en que Racing no dé que hablar. Y anoche, justo cuando el Cilindro cumplía 62 años, no fue una excepción, aunque esta vez la balanza cayó para el lado del club de Avellaneda.
Madrugada española, noche porteña, Racing y San Martín cerraban la quinta fecha del Torneo Inicial, retrasada hasta ayer por el duelo de los bonaerenses en Copa Sudamericana la semana anterior (competición de la que Colón les eliminó). Con la ovación previa de la hinchada académica a Facundo Sava, técnico rival que en sus últimos años como jugador rindió grandes servicios a Racing, se disponía a comenzar un encuentro en el que Zubeldía sorprendió a todos dando la titularidad al joven Luciano Vietto.
El enganche, de apenas 18 años, ya debutó como profesional en octubre de 2011 ante Lanús de la mano de Simeone, aunque aún no había anotado con la casaca blanquiceleste en ninguna de sus cinco apariciones anteriores. De hecho, el jueves entró en los últimos minutos del choque ante Colón, del que se fue expulsado poco antes del final. Ayer, sin embargo, logró desquitarse a lo grande. Zubeldía le otorgó la titularidad y él respondió con una actuación bárbara, logrando un hat-trick en el que demostró remate, potencia, llegada, colocación y oportunismo. Su primer gol es de esos que difícilmente se olvidan por la bella estampa que regaló a su hinchada, ya enamorada de otro pibe de su quinta como Centurión pero que está deseando que sean los de su sangre los que les devuelvan una gloria tan anhelada como lejana.
Observen y disfruten lo que hizo el pibe Vietto. No tiene desperdicio:
Por si todo ello no fuera
poco, en los últimos minutos el
visitante Riaño se escapó solo, pero el arquero De Olivera lo derribó,
cometiendo penal y marchándose expulsado. Pelletieri, que había hecho una gran
jugada por la banda que acabó en el tercer gol local, se puso bajo palos al
estar agotadas todas las sustituciones. Caprari lanzó la pena máxima, pero
Pelletieri acertó, coronando una noche épica para asegurar la victoria de
Racing.
Así pues son días de felicidad en Racing, invicto en el torneo y segundo a un punto del puntero Boca, aunque la alegría es algo que suele durar muy poco en la Academia. El mes pasado perdieron la final de la Copa Argentina y cayeron eliminados de la Sudamericana, teniendo un efímero regreso a las competiciones continentales. Quizá Vietto no vuelva a marcar más goles, no sea más el que anoche nos fascinó a tantos, o se rompa la pierna o se vaya al eterno rival. Con Racing jamás se sabe. Lo único seguro es que chicos como él son los que alimentan una ilusión desmedida que enloquece a los que somos hinchas académicos, haciéndonos creer de nuevo que podemos disfrutar de la grandeza histórica del club con un grupo inexperto pero batallador. ¡Que esta pasión no se acabe jamás!
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