Rangers: la complicada senda del retorno

Una decepción inesperada

A veces la grandeza es como una especie de condena. Ser un club con tal estatus obliga a estar siempre a la vanguardia de los éxitos deportivos e institucionales, ser modélicos, marcar una línea definida que te permita pelear por los títulos cada temporada además de crear un entorno atractivo para mantener a tus mejores jugadores y atraer a los potenciales futbolistas que puedan reforzar el plantel. En Escocia, a ese nivel se encuentran desde finales del Siglo XIX dos clubes, con honrosos momentos puntuales de Aberdeen, Hearts, Hibernian y poco más, (algo que por otro lado va camino de tres décadas sin suceder). 

Sin embargo, el pasado verano la mala administración del Rangers dio con sus huesos en la Third Division, la cuarta categoría del fútbol escocés. Caer más bajo en el escalafón era imposible ya que hubiera supuesto la desafiliación de los Gers o la posible desaparición definitiva del refundado club, algo que seguramente no hubiera permitido su fiel afición. Sin Old Firm a la vista salvo encuentro en las copas locales y/o rápido ascenso en tres temporadas de nuevo a la Scottish Premier League, la nueva realidad sitúa a los de Glasgow ante un panorama complicado. 

La campaña liguera se comenzó con un empate a dos en su visita al Peterhead, a lo que siguió una contundente victoria 5-1 sobre el East Stirlingshire. Aquel día Ibrox registró una afluencia de 49.118 espectadores, récord obvio de la categoría, pero también constatación del indudable amor de sus seguidores pese a las circunstancias. Tres partidos más tarde, dos de ellos saldados con empate, mantienen al Rangers cuarto aunque a tan solo un punto del liderato. 

Lo que nadie podía esperar era una caída en la Challenge Cup en casa ante el Queen of the South, perteneciente a la categoría inmediatamente por encima de ellos. Tras dejar por el camino a Brechin City y Falkirk, los Doonhamers se llevaron de Ibrox el triunfo en los penaltis tras un encuentro épico con el que vengan la derrota en la final de la Scottish FA Cup de 2008. Hace cuatro años sumaron a aquel título la League Cup además de alcanzar la final de la Copa de la UEFA, en la que cayeron ante el Zenit de Dick Advocaat, Arshavin y compañía. Menos de un lustro que ahora parece un siglo de distancia… 

El manager del Rangers es Ally McCoist, leyenda del club con el que conquistó multitud de títulos además de dos Botas de Oro en su época de jugador, que se mostraba abatido a la conclusión de la eliminatoria: “es una gran decepción”. Por fortuna para los suyos la vorágine del fútbol les hará olvidar pronto el traspiés… o sumar alguno nuevo, ya que tras el partido liguero ante el Montrose del próximo domingo deberán enfrentarse en la Scottish FA Cup al Motherwell (actual líder de la Premier y justamente quienes tomaron su lugar en la 2ª ronda previa de la Champions) para rendir visita posteriormente al Forres Mechanics en la League Cup.

                    

Ganar para regresar pronto es el único objetivo de un club y aficionados que soportan no solo la carga histórica de la legendaria institución protestante, sino las continuas burlas del Celtic, que tiene todo de cara para imponer su dominio hasta su retorno y disputar la lustrosa Champions. Ojalá no tardemos demasiado en volver a disfrutar del apasionante Old Firm en Premier. Hasta entonces, llegan tiempos duros para el Rangers.