Rebelión en el Sur
¡ Toma! |
He de reconocer que siempre fui un optimista desmedido. Muchos años llevaba diciéndoles a mis amigos que un día veríamos a España campeona del Mundo, algo que sostuve incluso en vergonzosas derrotas como la de Chipre 1998 o la eliminación de la Eurocopa de Portugal 2004. También es verdad que pensaba que ello sucedería antes de ver al Málaga jugar la máxima competición continental.
Como ya he contado alguna vez, he vivido partidos del equipo en directo desde Tercera División, fases de ascenso, derrotas horribles en casa, algún descenso, la Intertoto de hace una década y la gloria de festejar un regreso a Primera a casa. Optimista desmedido como soy, pensaba que algún día el malaguismo podría disfrutar como antes lo hicieron en Sevilla, Vigo, San Sebastián o Villarreal. ¿Por qué no? Eso sí, no podía imaginar que sería “tan pronto”, que llegaría un jeque que cambiaría radicalmente la situación contextual y pasaríamos de pelear por mantener la categoría a pasear los colores blanquiazules por Europa. Ahora pienso más que nunca que un día veré al Málaga levantar un título (ya vi la copita de la Intertoto pero eso ‘casi’ no cuenta), quizás no estos años ni con esta generación, pero tiene que acabar cayendo.
Tuve la inmensa fortuna de presenciar la ida de la ronda previa de Champions ante el Panathinaikos griego, en una noche ya imborrable en la memoria de la hinchada costasoleña. E imperdible, como mi acreditación de aquel día. Por aquellas circunstancias de la vida, anoche grité los goles de mi Málaga en el madrileño barrio de la Puerta del Ángel. Si bien no estaba en la preciosa Rosaleda, me sentía en la distancia como en casa.
Todo gracias a una afición maravillosa, a un Pellegrini al que me arrepiento de haber criticado en el pasado (sobre todo tras el doloroso 3-0 encajado en Bilbao) y a un grupo más que comprometido con la causa pese a los muchos problemas del pasado verano. Hubiera entendido aún más deserciones, por eso aunque Cazorla siga demostrando su categoría con una camiseta que se le queda chica se le perdona y anhela a partes iguales. En mí esa herida aún no ha cicatrizado.
Afortunadamente, Isco es malagueño y malaguista. Alguien supo echarle el lazo hace un año, trayéndolo de Valencia por seis millones que ahora suenan a calderilla. Con una clausula de tan solo 20 kilos, ya está tardando el club en triplicársela para espantar a los Barcelona y Arsenal de turno. Anoche ese chico que ya sorprendió la pasada campaña por su desparpajo tuvo la desfachatez de asombrar a Europa en la mejor competición posible y ante un rival que tiene muchas esperanzas depositadas en la Champions. Tan solo tres minutos tardó el chaval de Benalmádena en destapar el tarro de las esencias, en una noche en la que corrió, se ofreció, realizó filigranas dignas del torero Juanito y dejó un nuevo gol por la escuadra para finiquitar el encuentro y elevar su categoría aún más si cabía. Si le asesoran bien y tiene cabeza su progresión le puede llevar a ser uno de los mejores futbolistas del continente durante esta década. Ojalá que en La Rosaleda sigamos disfrutándolo al menos unos añitos más.
No quiero cerrar sin atizar a Spalletti. Me parece un gran técnico que ayer se la pegó. Es cierto que no estaba Criscito, pero su defensa quedó retratada durante todo el encuentro, pudiendo encajar varios goles más. Blandos atrás, su cualitativa media apenas roza el aprobado, mientras Hulk y Kherzhakov erraban una tras otra varias de las ocasiones que no suelen fallar los delanteros de primer nivel.
Siendo justos, el Zenit creó ocasiones suficientes para anotar incluso más de un gol, algo que queda en el debe del Málaga y de lo que espero Manuel Pellegrini haya tomado nota. El equipo juega muy bien, ofrece espectáculo, gana y encaja pocos goles, pero en ciertos momentos ante determinados rivales se requiere cierto pragmatismo que ayer no se puso en liza. Se ganó bien, pero visto el choque pudo haberse sufrido mucho más, y despistes como los de ayer en los que Willy volvió a erigirse en héroe, acaban penalizándose muy caros en Champions League.
Igualmente hoy es día para disfrutar, salir a la calle vistiendo la blanquiazul con una sonrisa en la cara y henchido de orgullo malaguista. Pero conviene no olvidar ciertas lecciones de cara al futuro. Que el entusiasmo nos lleve en volandas sin tirar de la manta demasiado para arriba ni perderle la cara a la Liga, el campeonato que de verdad importa. Todo lo demás caerá por su propio peso, como la calidad diferencial de Isco. En San Petersburgo y Milán ya no ven tan sencillo el pase a octavos. Ha comenzado otra revolución en el Sur de Europa.
Comentarios
Saludos.
Soy seguidor del blog casi desde que comenzó (allá por el 2007), y aquí aprendí que el espíritu cafetero es el de los equipos pequeños o los grandes caídos en desgracia. Leí innumerables críticas hacia proyectos como los del Chelsea, Manchester City, Anzhi, y más acá en el tiempo, Paris Saint Germain.
El Málaga se encuentra en la misma situación. ¿Que pasó con el espíritu cafetero? Ahora este equipo chico juega en Europa (siempre gracias al dinero de el Sr. Jeque) y no veo ninguna crítica.
Se extraña la vieja Café Fútbol.
A ver, la inversión del Málaga no ha sido tan amplia como la de los clubes que mencionas, aparte que si se han vendido jugadores este verano es porque tras la gran inversión inicial se pretendía crear un modelo estable, algo que dijo el Jeque. La afición respondió pero ni sponsors ni sobre todo los derechos televisivos (con abismales diferencias en España) lo permiten. Además, sin pretender ser quisquilloso, el Málaga no es "petrolero", ya que la fortuna del jeque proviene de sus empresas, ninguna de ellas relacionada con la comercialización del crudo.
Anzhi no tiene historia, PSG lo que hizo en los años 90' fue auspiciado por el patrocinio de Canal Plus Francia, y el City es un histórico del fútbol inglés que ya había sido campeón nacional e incluso posee una Recopa de Europa en sus vitrinas, aunque lógicamente no tendría la actualidad que tiene de no ser por los millones de sus dueños. Parecido tema el Chelsea, también con un par de Recopas y una Liga pre-Abramovich y ahora con unas vitrinas más lustrosas.
Dicho lo anterior. Soy el que ha escrito el post, malagueño y malaguista. He visto a mi equipo en campos de Tercera División, en directo, hace 17 años. Lo he visto en 2ª B, 2ª y en los dos ascensos a Primera desde entonces, así como en el doloroso descenso de 2006. Málaga es la 6ª-7ª ciudad más grande del país, pero por malas gestiones de los dirigentes del club nunca ha peleado en serio por nada. Ha tenido cracks puntuales, ha logrado gestas como meterle 6 al Madrid o 5 al Barça, pero siempre hemos estado futbolísticamente por detrás de Sevilla, Zaragoza, Bilbao o Valencia.
Llevo años viendo, disfrutando y también envidiando a las aficiones de Depor, Celta, R.Sociedad, Mallorca, Villarreal, Betis, Sevilla o Getafe, que en lo que va de Siglo han jugado Champions (no el Getafe, pero hizo una gran UEFA) y varios de ellos ganaron títulos. El Málaga jamás en toda su historia ha sido nada. Hemos sufrido mucho, y en nuestra ciudad los niños que ayer eran malaguistas hoy son en su mayoría merengues o culés.
Conocemos nuestra realidad perfectamente. Seguramente en un par de años estaremos de nuevo peleando por no descender, como casi siempre a lo largo de una historia con muchísimos años en Segunda, con decepciones, humillaciones e incluso desapariciones. ¿No tenemos derecho a disfrutar por una vez en la vida? ¿SOLO UNA?
Por lo demás, ¡qué buena memoria! En Abril de 2007 comenzamos... y sí, no es lo mismo, por desgracia todos tenemos nuestras ocupaciones/vidas y yo como soy el más vago también soy el que más escribe. Pero se extraña muchísimo a todos, ellos son más Café y más especiales que yo.
Un abrazo y gracias por tu comentario.