Alecsandro se alza entre el diluvio y la bronca
Alecsandro festeja el 1-0 bajo el diluvio. |
Si usted es de esos aficionados que desprecia los estaduales brasileños no hace mal, si no fatal. El país sudamericano es de una extensión tan enorme que cada estado es tan grande o más que muchos de los países del mundo. De por sí, Brasil es un continente dentro de otro, al estilo de Rusia o Australia en sus respectivas zonas geográficas.
El hecho es que desde hace décadas los estaduales gozan de una formidable relevancia, obviamente no a la altura de la Serie A, pero sí con mucho peso para clubes, aficiones y jugadores. Por esto se consideraba indiscutiblemente como grandes a clubes como Atlético Mineiro antes de ganar la Libertadores 2013 (un solo título de campeón nacional pero 42 campeonatos mineiros) o incluso a Botafogo (dos títulos nacionales pero 20 cariocas y una pléyade de leyendas como Garrincha, Gérson, Jairzinho, Nílton Santos, Heleno, Didí...).
Por ello el duelo entre dos entidades como Flamengo y Vasco da Gama en el marco de Maracaná era un choque a seguir. Además de los consabidos alicientes históricos, ambos se jugaban el liderato del torneo, pero el choque tuvo varios factores inesperados que lo han convertido ya en inolvidable para ambas hinchadas. El impresionante diluvio que cayó en Río el domingo no evitó que el envite comenzase a la hora marcada. Pronto el agua traería consecuencias, jugándole una mala pasada al portero charrúa de Vasco para facilitar el primer tanto del encuentro. Tanto dificultaba el juego que el partido debió paralizarse durante 50 minutos para recobrar la normalidad.
Por ello el duelo entre dos entidades como Flamengo y Vasco da Gama en el marco de Maracaná era un choque a seguir. Además de los consabidos alicientes históricos, ambos se jugaban el liderato del torneo, pero el choque tuvo varios factores inesperados que lo han convertido ya en inolvidable para ambas hinchadas. El impresionante diluvio que cayó en Río el domingo no evitó que el envite comenzase a la hora marcada. Pronto el agua traería consecuencias, jugándole una mala pasada al portero charrúa de Vasco para facilitar el primer tanto del encuentro. Tanto dificultaba el juego que el partido debió paralizarse durante 50 minutos para recobrar la normalidad.
La reanudación trajo los mejores momentos de Vasco, que igualó la contienda merced a un testarazo de Gilberto. El empate no se movería hasta pasado el descanso, cuando una excepcional jugada por la banda de Marcelo Cirino terminó en penalti que Alecsandro (ex jugador de Vasco) transformó en el definitivo 2-1, culminando una noche mágica para él con el doblete. Aunque luego hubieron ocasiones para ver más veces el balón en las mallas, lo más destacado fue la bronca que acabó con cuatro expulsados (dos por bando).
De este modo Flamengo alcanzó a Vasco (y Madureira), pero no la punta, que pasa a Botafogo en solitario con dos puntos más que todos ellos. Curioso que el Fogo en el año de su descenso esté demostrando tal solvencia en el estadual, si bien este fin de semana se medirá precisamente... a Vasco da Gama, en lo que será una prueba de fuego para unos y una redención para otros. Qué siga el espectáculo.
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