Incursiones europeas: Jakob Poulsen toma Budapest
Jakob Poulsen, anotando uno de los dos penaltis que lanzó |
Tras tres meses de inactividad (nos hacemos mayores: trabajos, hijos, oposiciones, etc) volvemos con la intención de ser mucho más regulares que en los tiempos recientes. Lo hacemos con una serie que se prolongará mientras haya un club con una historia bonita que contar mientras va disputando rondas en cualquiera de las dos competiciones europeas de la temporada 2017/18. Así pues, ojalá haya que escribir una retahíla de entradas hasta mayo del año que viene. Todo sea porque un Slavia de Praga, un Hafnarfjördur o un Hajduk Split han logrado una gesta que bien merece unas líneas.
Hoy le vamos a hacer un hueco al duelo entre el Ferencváros y el Midtjylland de ida de la segunda ronda previa de la Europa League, cuyo grueso de encuentros se disputó ayer (el Inter Baku-Fola Esch se adelantó al miércoles). Un choque especial entre el gran conjunto magyar ante un adversario que nació a finales del pasado siglo pero que poco a poco ha ido ganando importancia en su país. De hecho a nivel continental pueden presumir de haber vencido al Manchester City en suelo inglés, de haber hecho lo propio ante el Manchester United hace un año o haber eliminado a históricos como el Southampton o el Videoton. Recorrido breve que anuncia un perfil peligroso para sus rivales.
El Ferencváros de Thomas Doll (ex BVB, entre otros), lleva tiempo regresando al lugar que le corresponde en su país. Si hace una década descendían, en los últimos años han vuelto a la senda del triunfo de la mano del técnico alemán, que tras su arribo en diciembre de 2013 acumula 6 títulos con las águilas verdes, destacando la liga que obtuvieron en 2016, rompiendo así con 12 años de frustraciones en el campeonato local. Este año el éxito fue para el Honved, que llevaba aún más tiempo sin consagrarse, por lo que el Ferencvaros, cuarto en liga aunque campeón copero, disputaría las rondas previas de clasificación a la Europa League 2017/18.
Ambos contendientes llegaban al partido tras haber superado sin demasiados problemas la ronda anterior. Mientras los húngaros se impusieron por un global de 3-0 al Jelgava letón, el cuadro danés arrasó al Derry City norirlandés con un aplastante 10-2. De hecho, se esperaba más rodado al Ferencvaros ya que su campeonato doméstico dará comienzo este fin de semana, lo que se notó durante el primer tiempo del encuentro. Dominadores desde los compases iniciales, avisaron en un par de ocasiones al conjunto nórdico. Como cabía esperar dado el desarrollo que estaba teniendo, fueron los locales los que se adelantaron en el marcador al bajar Botka un balón largo con el pecho, orientarse en la frontal y disparar fuerte con la diestra para establecer el 1-0.
Animados por la ventaja, los magyares siguieron apretando. Así, en el minuto 41 forzaron una falta en muy buena posición para un buen lanzador. Varga tomó la responsabilidad, superando por alto a la barrera para establecer el 2-0 que encarrilaba la noche para los suyos. Sin embargo la imprevisibilidad del fútbol hizo su aparición cuando un instante antes del descanso el árbitro señaló un penalti de Koch sobre Onuachu que significó la expulsión del zaguero alemán. Jakob Poulsen, que hace una semana cumplió 34 años, transformó la pena máxima para reducir distancias en el electrónico.
Tras el descanso el panorama cambio por completo. Al Ferencvaros le pesó el episodio que alteró su guión, algo que el Midtjylland no iba a desaprovechar. Así, desde una posición muy parecida a la que supuso el 2-0, Jakob Poulsen gozó de un lanzamiento franco para igualar la contienda. Y vaya si lo hizo, con un lanzamiento suave, colocado y preciso, para subir el 2-2 al electrónico a la hora de partido. Aprovechando el momento, otro penalti, esta vez sobre el recién ingresado Duelund, permitió a Jakob Poulsen completar su particular hattrick, con tres tantos a balón parado para dar la vuelta al partido.
Tocados en su orgullo, los hombres de Doll rozaron el empate en el tramo final. Bole tuvo el empate en un disparo que golpeó el poste, pero era la gran noche del capitán danés: Jakob Poulsen peleó un balón en el área hasta arrebatárselo al defensor, centró atrás y el espigado nigeriano Onuachu puso el definitivo 2-4. Poco después, en el 90+3, Hansen realizó una gran parada tras un buen testarazo de Botik.
Salvo gesta inesperada, el Midtjylland avanzará a la tercera ronda eliminatoria, donde le espera el Arka Gdynia polaco. El Ferencváros, que entre los 60 y 70 disputó tres finales continentales (obtuvo la Copa de Ferias en una ocasión), probablemente tendrá que seguir esperando para reverdecer laureles. Eso sí, Dinamarca no es mal lugar para reescribir la historia.
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