El arte del fútbol (2): Roberto Carlos en Tenerife
Durante años la bella Tenerife fue conocida por el madridismo como la isla maldita. Dejarse dos ligas seguidas en ella a inicios de los años 90 justificaba el temor de los merengues a visitar un equipo que psicológicamente les abrumaba.
En el marco de la 26ª jornada de la Liga 97/98, el Heliodoro Rodríguez López acogió un duelo más que emocionante. Los locales se marcharon al descanso con ventaja de 1-0 gracias a un acrobático gol de Juanele. Nada más salir de vestuarios, Roberto Carlos empató con un golazo sin parangón. Observando el mismo se aprecia que en todo momento su intención es disparar, pese a la lejanía y el escaso ángulo con el que contaba. Un tanto impresionante.
Eso sí, de poco le valdría a su equipo, pues acabaron perdiendo 4-3 tras una segunda mitad espectacular. Los blancos, que meses después lograrían la 7ª Copa de Europa para acabar con 32 años de espera, cayeron ante los Kodro, Makaay, Antonio Mata, Jokanović u Ojeda. Sin duda, eran otros tiempos para un CD Tenerife que sueña con regresar algún día a la élite.
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