Calma cantábrica
José Alberto López y el Real Racing Club de Santander viven un 'matrimonio' estupendo desde que se unieron a finales de 2022. A comienzos de ese año, los cántabros se encontraban en 1ª RFEF, mientras el técnico era destituido del Málaga tras una contundente derrota 0-5 ante el Ibiza. Para el asturiano, regresar al norte le está permitiendo dar la mejor versión de sí mismo. Para el cuadro montañés, contar con un entrenador con experiencia en Segunda , que ya sabía lo que era pasarlo mal, les ha permitido crecer conjuntamente sin presiones adicionales. Al fin y al cabo, el Racing venía de una época pésima, por lo que todo aquello que conllevase salvar una categoría recientemente recuperada iba a ser un éxito.
Logrado el objetivo de la 22/23, la siguiente campaña fueron una de las revelaciones del campeonato. Sin llegar al nivel del CD Leganés, campeón y por tanto ascendido, pelearon hasta el final por acceder a puestos de playoff. Dadas las previsiones, el resultado de la campaña fue más que notable. Por eso, con toda la precaución del mundo, sabiendo que aún queda la animalada de 33 jornadas por delante (van 9 de 42), la marcha del Racing en lo que va de campaña es casi perfecta.
Líderes con 20 puntos, 4 más que los aragoneses Zaragoza y Huesca, los santanderinos se encuentran en un estado de forma envidiable. Han vencido 6 de los últimos 7 encuentros, cuatro de ellos sin encajar gol. Se repusieron de su única derrota del curso (1-2 ante el Cartagena, gran sorpresa) con una increíble victoria en La Romareda ante un atónito Zaragoza, que vio como su rival les ganaba 2-3 pese a contar con 10 hombres durante casi todo el segundo tiempo.
Este fin de semana, para celebrar su liderato, vencieron 1-0 a la UD Levante, que se encontraba tan solo a dos puntos de distancia. El tanto de Iñigo Vicente en los últimos minutos bastó para sentenciar otra trabajada victoria, basada en la solidez defensiva y el convencimiento del grupo en sus posibilidades. Con un Andrés Martín enrachado, adquirido por el club tras la cesión del año pasado, los 6 goles acumulados le convierten en máximo goleador de Segunda (junto al zaragocista Mario Soberón). La guinda es un bloque que funciona tan bien que tan solo han encajado 9 goles, la tercera mejor defensa de la categoría.
Pero la división es tan difícil e igualada, que el teóricamente accesible calendario a corto plazo podría estar lleno de trampas para un Racing que hace más de una década que no juega en la élite. Aunque el camino es largo y tortuoso, ¿por qué no soñar con ello? Por ahora mantienen una calma muy acorde a la tierra que alberga una entidad que por fin vuelve a ser estable, y quizá, dentro de no mucho de nuevo vuelva a asomarse a Primera.
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