Reflexiones en frío tras el varapalo merengue sobre el proyecto 2007-2008

Como ya todos saben, el pasado domingo el Sevilla arrasó en el Bernabéu con un demoledor 3-5, lo que sumado a la victoria 1-0 en el partido de ida le otorgó su primera Supercopa de España, que se une a los 4 títulos logrados en los 15 meses anteriores (2 UEFA Cup, Supercopa de Europa y Copa del Rey). Pero no hablaré del gran conjunto hispalense, sino de mi amado Real Madrid, intentando analizar en parte la crisis institucional que irremediablemente se está trasladando a la parcela deportiva a modo de decisiones incoherentes y en muchas ocasiones sorprendentes.

Proyecto 2007-2008

Tras las turbulentas elecciones del verano pasado, que acabaron vergonzosamente en los tribunales, Ramón Calderón inicia su 2º año al mando de la nave merengue con un nuevo y extraño proyecto que pretende ser todo lo contrario al anterior.

Si bien el año pasado se fichó a Fabio Capello (el cual admito que nunca me gustó) para devolver al vestuario valores como el espíritu de trabajo, la perseverancia, la profesionalidad, la lucha o el amor propio (que por otro lado se supone que ya de por sí deberían llevar intrínsecos los futbolistas, especialmente en un club como este) a sabiendas que su fútbol no iba a ser nada vistoso, este año se ha fichado a Bernd Schuster, ex-Getafe, con la promesa de la excelencia, algo de lo que más adelante hablaremos.

Así, si el anterior proyecto deportivo se basaba en jugadores como Diarra, Emerson o Cannavaro, de marcado carácter defensivo/destructivo, este pretende ser justo lo contrario, aunque inexplicablemente se han fichado 3 defensas que pueden actuar como centrales: Metzelder (llegó gratis del B.Dortmund), Pepe ("apenas" 30 kilos al Oporto) y ahora Gabriel Heinze (del Manchester U aunque el futbolista confesó continuamente que deseaba fichar por el Liverpool), cuya posición habitual es el lateral zurdo. Y digo inexplicable porque creo que algunos chavales como Pavón o Mejía no desentonaron cuando jugaron los años anteriores, pero como ni son internacionales ni tienen nombres exóticos, se los manda a la calle para fichar arriesgadamente a tipos que no sabes que rendimiento te ofrecerán.

También han llegado Saviola, Drenthe, Sneijder y el recién fichado Robben, aunque la derecha ahora queda totalmente huérfana, pues se supone que Robinho juega pegado a la banda izquierda (pese a ser diestro) o como segundo punta y Federico Higuaín puede jugar por el carril del 8, aunque actualmente está lesionado (es espera su regreso para dentro de unas 2-3 semanas). También está Balboa, un jugador al que no pretendo menospreciar pero creo que no tiene la calidad necesaria para jugar en todo un Real Madrid. A esa posición también podía hacerse acreedor Cicinho, pues la ocupaba en su etapa como jugador del Sao Paulo. Sin embargo, el carrilero brasileño ha sido traspasado a la Roma, algo que ciertamente jamás entenderé. Le deseo lo mejor, seguro de que va a triunfar en el conjunto giallorrosso.

Echando cuentas, entre Mijatovic y Calderón se han gastado la mareante cifra de 120 millones de €, toda una barbaridad si tenemos en cuenta que los jugadores que han llegado son buenos, pero no son megacracks al estilo de los Figo, Zidane o Ronaldo de unos años atrás. El precio de Pepe es quizá el más flagrante por el desorbitado desembolso efectuado, 30 millones de €, que en caso de ofrecer buen rendimiento durante varios años perderá la cruz de su precio, aunque los precedentes vienen de muy lejos en cuanto a los fichajes que el club de Concha Espina ha realizado para apuntalar adecuadamente el centro de su defensa (Ricardo Rocha, Spasic o los más recientes Samuel, Woodgate o Cannavaro). Por Robben han sido 36 millones, otra barbaridad por un gran jugador cuyo precio está fuera de mercado. Sneijder entre 24 y 26 (debió ser más barato), Drenthe 14 (también se podía hacer pagado menos) y ahora Heinze por 12, con la responsabilidad de cubrir el hueco del que durante una década Roberto Carlos ha dotado de bendita locura y fantasía.

En cuanto a Schuster, el técnico ha ido variando continuamente su estilo a lo largo de la pretemporada, lo cual deja entrever que tiene muchas dudas acerca de como debe jugar su equipo. Algunas de estas variantes incluyen el apostar claramente por Guti como referencia creativa en el campo y luego ante el partido más importante del periodo estival (la vuelta ante el Sevilla), prescindir del 14 para colocar ahí al recién incorporado Sneijder, cuya posición natural se encuentra en el centro ejerciendo de medio con llegada. También resultó excéntrica la colocación de Drenthe en el medio del campo al lado de Diarra, ya que el joven holandés es extremo o en todo caso lateral, pero no jugador para mitad de la parcela. Por tanto, los nuevos fuera de sitio y el hombre referencia en el banquillo. Incomprensible.

De todos modos, respecto a este último párrafo he de confesar que esperaba más del técnico germano pero creo que merece cierto crédito, más aún tras el calvario que nos hizo pasar Capello la pasada temporada durante 2/3 de la misma.

Ahora encaramos el derby del sábado ante el Atlético de Madrid con la ilusión de una nueva temporada y las dudas de un plantel en el que hay muchas incorporaciones en las últimas fechas, que deberán conocerse y conjuntarse sobre la marcha para cumplir las espectativas de un club que todos los años parte con la máxima exigencia.