Cara y cruz en el derbi paulista
Itaquerão, lleno justo antes del comienzo del choque. Un lunes por la noche es una fecha extraña para un encuentro de máxima rivalidad. Sin embargo, no fue problema para llenar el Itaquerão con 46.473 almas ávidas de asistir a un derbi paulista vital para las aspiraciones de sus protagonistas. De un lado, el local Corinthians , pugnando por la salvación días después de caer eliminado en semifinales de la Copa Sudamericana. Enfrente, un Palmeiras que se agarra a la lucha por el título , a tan solo tres puntos del líder Botafogo. Un empate no haría gran diferencia en sus aspiraciones, pero una victoria ante uno de los máximos rivales históricos, además del golpe asestado al adversario, reforzaría las filas propias en la búsqueda del objetivo. Por ello, ninguno de los dos se guardó nada. No podían permitírselo los de Ramón Díaz , reforzado con la figura de un Memphis Depay que ha aportado desde el primer día. Tampoco un Abel Ferreira que ha ganado títulos importantes todos los años de